Católicos se niegan a dejar cenizas de sus seres queridos
La instrucción que anunció el Vaticano, sobre que las familias no deben tener las cenizas de sus muertos en casa, no será obedecida por católicos muchos. La familia Vázquez Romero, que conserva los restos de su hijo Antonio, fallecido hace un mes en un accidente automovilístico, señaló: “No nos pueden obligar a llevarlas a un nicho (...) Lo queremos sentir cerca de nosotros y aquí se quedará”.
Esa decisión, comentaron, “no es por falta de dinero para adquirir un nicho, sino por el amor que sentimos por Antonio”.
La familia Vázquez Romero, quien vive en un departamento, ha colocado las cenizas del joven en su mesa del comedor, con flores y una lona en la que se imprimió la fotografía de Antonio, en la cual se le observa con el pastel de su cumpleaños número 26.
En un inicio, la familia solo tenía contemplado permanecer con las cenizas, mientras se realizaba el Rosario, de nueve días; posteriormente decidieron mantenerlas para el Día de Muertos y después hasta su cumpleaños, el cual se celebrabá en diciembre.
Pero en la última semana la familia tomó una decisión: “Las cenizas se quedarán con nosotros”.
Los amigos de Antonio están de acuerdo en que los restos estén en la casa del joven, “porque así lo podemos ir a visitar y lo sentimos más cerca”, comenta Jessica, su mejor amiga.
Además, recordó, a “él no le gustaba estar solo, por eso nosotros creemos que es mejor que esté con su familia, para que se sienta acompañado”.
Sobre la instrucción del Vaticano de depositar las cenizas en los cementerios o en lugares sagrados, Jessica consideró que si la familia de su amigo “quiere mantenerlas en su casa se debe respetar esa decisión, porque cada persona piensa diferente y esa es una forma de mantener cerca a sus seres queridos”.
Actualmente, los nichos en las parroquias de la Arquidiócesis de México tienen un costo que va de 10 mil pesos hasta 25 mil, pero solo en algunas se ofrecen opciones de pagos.
Un ejemplo es la parroquia La Candelaria, de Tacubaya, donde el costo es de 10 mil pesos al contado, con capacidad para cuatro urnas; en el templo de San Cayetano, colonia Lindavista, el precio es de 15 mil pesos y se puede pagar en tres mensualidades; en Plaza Mariana, ubicada en el predio de la Basílica de Guadalupe, el costo es de 25 mil pesos al contado para tres y cuatro urnas.
En funerarias y cementerios privados los precios se elevan hasta 139 mil pesos, aunque se ofrecen todos los servicios.