Milenio León

Brasil consiguió su primera victoria

Aunque pasó algunos apuros, el anfitrión terminó por golear a la selección de Bolivia en su estreno

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Philippe Coutinho, gracias a un penal en el minuto 50 decretado por la ayuda del VAR y a otro tanto tres minutos más tarde, despejó el camino de la anfitriona Brasil, que derrotó por tres a cero a una aguerrida Bolivia en el partido inaugural de Copa América.

Everton, delantero del Gremio, cerró la cuenta brasileña en el 85’ con una jugada individual culminada con un primoroso remate desde fuera del área.

A pesar del resultado abultado, el conjunto Canarinho, que no gana el trofeo continenta­l desde 2007, dio la sensación de iniciar de forma renqueante su andadura.

Sin la magia de Neymar, lesionado en el tobillo y envuelto en una turbio caso de supuesta violación, le bastó el videoarbit­raje y una buena combinació­n en ataque, culminada por Coutinho a pase de Roberto Firmino, para evitar un sofoco.

Sin embargo, el dominio que pretendían se transformó rápido en una sucesión de previsible­s centros laterales y de varias imprecisio­nes, tanto en el pase como en el remate.

El público local, que entonó el himno brasileño a capela, fue languideci­endo su entusiasmo a medida de que los Coutinho, Firmino o David Neres se trababan an

te la disciplina­da zaga boliviana.

La inoperanci­a era tal que hubo que esperar hasta el minuto 20 del primer tiempo para reseñar algún episodio. En una jugada aparenteme­nte anodina, el argentino Néstor Pitana se aventuró a accionar el videoarbit­raje para sancionar con amarilla un manotazo del boliviano Fernando Saucedo al madridista Casemiro.

El primer remate con peligro de Brasil demoró casi media hora, en un tiro de Firmino repelido por Carlos Lampe. Minutos más tarde, Firmino desaprovec­hó un mal pase de Lampe al estrellar su remate casi a puerta a vacía en un defensa visitante.

Bolivia, muy junta en sus líneas y casi sin posesión de balón, derrochó energía para cortar opciones de pase e incomodar la estéril posesión local. Lo hizo hasta que el físico le aguantó.

Los nubarrones se despejaron en el segundo tiempo para los anfitrione­s. Pitana, como en la final del Mundial, volvió a echar mano del video para pitar un penal, por mano de Leonel Justiniano a pase de Richarliso­n.

Coutinho, de disparo raso y ajustado al poste derecho, inauguró el marcador en el 50’, para júbilo de la tribuna. Tres minutos más tarde, lo amplió de un cabezazo a pase de Firmino.

Everton disfrutó de los 10 minutos de juego que dispuso para anotar el mejor gol de la noche, un remate a media altura desde fuera del área que entró por el poste izquierdo de Lampe. Tres a cero y los deberes hechos.

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REUTERS Festejo de Coutinho.

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