Optimismo de la voluntad
Ese programa de recuperación de empleos no lo tiene ni Obama. La negación es una de las grandes cosas que hemos inventado: cierras los ojos y no se ve nada; ah, caracho, que sumas y restas más chiroliras
Lunes 25 de mayo. 7:30 am. Pinche año de Leona Vicario. La vida en México durante la pandemia del coronavirus transcurría despacio y en silencio una vez más. Una nota de la redacción de Excélsior informó que “el presidente López Obrador dijo esta tarde que a pesar de que la pandemia del coronavirus llegó de sorpresa ‘no nos agarró mal parados, por lo que hemos podido ir remontando la crisis económica mundial’”. Mju. Remontamos y nos tomó bien parados (ya no empiecen, esto no es chiste), anjá.
El Presidente dijo que desde que “entramos al gobierno” el peso se fortaleció en 4.7 por ciento, pero llegó la pandemia y se cayó. Todo iba a pedir de boca hasta que la epidemia cayó sobre nosotros, pero no habíamos decrecido antes de que el coronavirus llegara, y, por cierto, ¿no sabíamos que la epidemia llegaría a estas tierras?
Monsieur le President: “Llegamos a 25 pesos por dólar, afortunadamente, también, en dos meses ya tenemos una recuperación, ya se ha venido apreciando nuestro peso; ahora 22 pesos 73 centavos por dólar; de 25 a 22.73, esto es también una buena noticia”. Bueno, pues si nos va tan bien hagamos una fiesta sin sana distancia con
chelas y perreo.
1:30 pm.
La una treinta de la tarde es una hora miserable. No es la mañana ni la tarde, ni la noche, ni la tarde. Por lo mismo, el presidente Liópez Obrador anticipa que se perderán un millón de empleos, pero ya existe un plan para la recuperación, mismo que generará dos millones de empleos, con programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, Programa de Mejoramiento Urbano, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y Sembrando Vida. Perdón, pero todavía hay una diferencia entre dar dinero a mansalva y crear empleos.
“Calculamos que si en abril fueron 550 mil los empleos que se perdieron, ya para mayo van a ser alrededor de 400 mil; yo tengo mi pronóstico de que con el coronavirus se van a perder un millón de empleos (…) Con el programa Jóvenes Construyendo el Futuro estamos pensando en 230 mil jóvenes que van a ingresar, que son adicionales al programa; el Programa de Mejoramiento Urbano, en 50 ciudades, que es impulsar la industria de la construcción, mejorar espacios públicos, mercados, introducir, agua, drenaje, construir vivienda, eso nos va a significar crear 228 mil empleos en lo que resta de este año; en Sembrando Vida aumentamos a 200 mil sembradores; el Tren Maya, nada más este año, 80 mil empleos; la refinería de Dos Bocas, 72 mil empleos; la construcción, este año nada más, de mil 350 sucursales del Banco del Bienestar va a significar 47 mil empleos; en contratación de médicos y enfermeras para enfrentar la pandemia ya llevamos, hasta ahora, 45 mil 80 profesionales de la salud contratados y vamos a seguir, para que no falten los médicos, no falten enfermeras y personal de salud que se requiera; en el aeropuerto que se está construyendo en Santa Lucía, el aeropuerto Felipe Ángeles, que está haciendo la Secretaría de la Defensa, también, alrededor de 44 mil empleos, esto lo está haciendo la Defensa”. Ese programa de recuperación de empleos no lo tiene ni Obama. La negación es una de las grandes cosas que hemos inventado: cierras los ojos y no se ve nada. Oigan esto por amor de Dios: “La Guardia Nacional, la contratación en Sedena de 26 mil elementos; en Mantenimiento y Conservación de Carreteras, 21 mil empleos; caminos de mano de obra que estamos haciendo en Oaxaca, alrededor de 15 mil empleos; caminos rurales, que también se están construyendo, 12 mil empleos, y así, en total dos millones”. Ah, caracho, que sumas y restas más chiroliras.
7: 30 pm.
La hora del reposo. El presidente Liópez Obrador destacó que es un gran desafío, pero se van a generar dos millones de nuevos empleos y ya se empieza a reactivar la economía a partir del primero de junio. Pues Gil espera que así sea, que así lo quiera el Dios de las economías.
Todo es muy raro, caracho, como diría Winston Churchill: Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.
Bueno, pues si nos va tan bien hagamos una fiesta sin sana distancia con chelas y perreo.