Cómo será el regreso a la “nueva normalidad”
El próximo lunes empezaremos a probar lo que será el regreso a la nueva normalidad, solamente ciertos sectores que se incorporarán a los ya señalados como esenciales, construcción, minería fabricación de equipo de transporte a los que se suman otros como las empresas de calzado, plazas y zonas comerciales así como la administración municipal.
¿Pero cómo será ese regreso? Será importante dar seguimiento al impacto que representará para muchos reincorporarse a una rutina ajena a la que estaban acostumbrados antes de que los mandaran a la mayoría a hacer home office en el mejor de los casos, o a un descanso obligatorio en el peor de ellos.
Sin duda para muchos será impactante regresar a una oficina en la que en primer lugar tendrá que llegar con cubrebocas luego en algunos casos pasará por un arco de limpieza donde se le rociará de una sustancia desinfectante, se le tomará la temperatura, tendrá que limpiar las suelas de sus zapatos en una charola dispuesta para ello, terminado el proceso extender sus manos para recibir una dosis de desinfectante y luego gel antibacterial.
No cabe duda que el ánimo no será el mejor del mundo para muchos, no hay reuniones, no hay bienvenidas, el ambiente será mucho más frío pues el saludo de manos, beso, o abrazo está totalmente prohibido, lo importante en este momento es romper la cadena de contagio. El espacio en los comedores tendrá que pronunciarse hasta contar con un metro de distancia y de lejos será la convivencia.
La condición económica de muchos de los que regresen; pues habrá quienes desafortunadamente no lo harán porque su empresa o lugar de trabajo cerró; será precaria, lo cual también pega en el ánimo, pero nada es peor que quedarse sin salud, pues en medio de la enfermedad desaparece la productividad y el ánimo de hacer las cosas. Sencillo, sin salud no hay nada.
Tendremos que acostumbrarnos al espacio que exige la sana distancia, tendremos que acostumbrarnos a que nada va a ser igual pues es apenas el inicio del regreso a una actividad suspendida. Que de no seguir el orden podríamos provocar una marcha atrás para evitar una segunda oleada de contagios lo cual sería también un verdadero riesgo para la economía.