¿Qué vamos a hacer?
Lo primero que tenemos que hacer como mexicanos es no dar por perdido a nuestro país. Sí hay esperanza, sí hay manera de rescatarlo y sí podemos vivir en un lugar mejor. Hartos de la guerra contra el narco y de la corrupción total presentes en los dos sexenios anteriores la mayoría de los mexicanos votó por un cambio radical en las urnas en el 2018. AMLO prometió regresar al Ejército a los cuarteles e hizo del combate a la corrupción su bandera principal, era muy esperanzador lo que prometía aunado a que las propuestas de los demás partidos ya sea por candidato o por partido no eran para nada convincentes. Las cosas no han salido bien, el país está más militarizado que nunca y la corrupción no solo no es combatida por el gobierno, sino que es promovida y protegida.
Las respuestas y mecanismos de salvación tienen que venir desde la parte ciudadana. A los partidos se les debe de pedir que se hagan a un lado y se limiten a contemplar una transformación social en la que seamos los propios ciudadanos los que propongamos la agenda nacional, el plan de gobierno y la planilla que deseamos lo lleve a cabo.
Merecemos un lugar en el cual se respete el derecho fundamental a vivir libre de corrupción, no podemos seguir viendo cómo se reparten el país como si fuera un botín de guerra. A los ciudadanos no nos interesa hacer concertaciones ni arreglos ni componendas. Queremos buenos resultados en las personas que administran nuestro país, exigimos gente honesta, sin compromisos, ni historias turbias, gente limpia y valiente que no tenga que pagarle nada a nadie.
Como ciudadanos debemos entonces encarar la responsabilidad de tomar las riendas y dejar de esperar que venga a nosotros un salvador que nos saque del terrible escenario donde estamos metidos. No se trata de que llegue un sabelotodo o puedelotodo que nos diga lo que va a hacer y resuelva el problema en minutos. ¡No!, debemos ponernos de acuerdo en ejercicios de cocreación donde definamos cuáles son las prioridades que el gobierno debe atender.
Cambiemos el chip de pensamiento, dejemos el derrotismo de pensar que así son y serán siempre las cosas, el gobierno y los políticos, tomemos el curso del país en nuestras manos, definamos el plan, después definamos a los encargados, y si algún partido se quiere sumar a apoyar será bienvenido, pero respetando siempre la voluntad de la ciudadanía y la ausencia absoluta de los usos y costumbres políticas que tanto daño le han causado a nuestro México.
Dejarse llevar es lo más fácil, quejarse de lo mal que lo hacen es costumbre, pero la acción es lo que realmente se necesita ¿Tú que vas a hacer para que nuestro país mejore?