TRASCENDIÓ
Que
el 21 de agosto se reunirá de nuevo la Convención Nacional de Morena y después de los resultados de las elecciones internas tiene previsto instalar una expofraude en la que presentarán las irregularidades documentadas, y ni modo que las nieguen cuando ya hasta AMLO reconoció que sí hubo acarreo y compra de votos, si bien matizó acudiendo a la fórmula de “pero nada que ver” con los fraudes que operaban los conservadores. Por lo pronto ya hay advertencia de que puede haber hasta expulsiones.
Que
siempre sí, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, podrá exponer en la Cámara de Diputados sus observaciones sobre la iniciativa de reforma electoral del Presidente, pero no en el contexto del parlamento abierto de Morena y sus aliados, cuyos legisladores marginaron al árbitro electoral, sino en los foros alternos convocados por la coalición opositora Va por México que, además, hasta competirá por rating con el evento oficial en San Lázaro.
Que
hay mucho nerviosismo entre los panistas de Ciudad de México después de que la Fiscalía capitalina ha empezado la caza de cabezas de lo que llama el cártel inmobiliario de Benito Juárez. La Policía de Investigación ya detuvo a uno, Luis Vizcaíno, y anunció que va por otro, Nicias Aridjis, pero también dejó en claro que hubo consentimiento de sus superiores jerárquicos, o sea, los gobernantes ahí de 2006 a 2018. El sábado, el vocero de la institución, Ulises Lara, dio a conocer que uno de los inmuebles cateados es rentado por un ex alcalde, hoy diputado local, es decir, Christian Von Roehrich para más señas.
Que
para ser compañeros de armas y compartir plataformas y objetivos no se les oye muy convencidos a los dirigentes perredistas Jesús Zambrano y Luis Cházaro de su idilio político con el priista Alejandro Moreno, pues ambos marcaron ayer su raya, palabras más, palabras menos, con el discurso de que Va por México es un acuerdo entre instituciones, no entre personas, y que tampoco es una coalición de amigos, sino de partidos. Más claro...