Milenio León

Un buen gobierno

- MIGUEL ÁNGEL PUÉRTOLAS miguel.puertolas@milenio.com

Pongamos en la balanza a nuestros gobernante­s y evaluemos su desempeño, pues me parece necesario y justo mantener el escrutinio de la comunidad en el camino hacia los futuros procesos electorale­s, así como quienes nos gobiernan parece ser que se empecinan en estar en una campaña electoral permanente.

Lo primero que nos debemos preguntar respecto a quienes nos gobiernan es ¿inspiran confianza? una confianza tal que seríamos capaces de poner en sus manos nuestros bienes, nuestra integridad, nuestras familias, ¿pondrías todo eso en manos de quien ves en el poder? ¡pues eso hacemos todos los días!

Quienes nos gobiernan ¿son inclusivos? ¿Están abiertos a todas las expresione­s sin mirar credos, preferenci­as o colores partidista­s? ¿Son capaces de aceptar a cada individuo independie­ntemente de sus caracterís­ticas o gustos? si no es así tampoco puede inspirar confianza, pues sus actos se rigen por las primeras minorías que votan por ellos.

Ahora bien, es importante cuestionar también si los gobiernos que encabezan cuentan con institucio­nes sólidas y democrátic­as. Lamentable pero resulta que ni desde su origen partidista respetan los principios democrátic­os y se rigen por intereses de grupo que termina descomponi­endo todo espíritu democrátic­o de su actuar. Institucio­nes sólidas tal vez las tenemos pero desde el gobierno parece que el interés es desaparece­rlas

HORACIO porque estorban.

Garantizan el acceso a servicios básicos de calidad, o más aún garantizan el acceso a un nivel de vida equitativo, a un reparto de la riqueza equilibrad­o o más bien mantienen las cosas como están a convenienc­ia pues al final se sirven del poder del dinero para mantenerse en el poder político.

Habremos de evaluar, qué tipo de atención tenemos por ejemplo en los servicios de salud que son básicos para vivir, el acceso a una atención digna de alguien que contribuye con sus impuestos a ser el motor de lo que se supone debería un país de primer mundo pero que con el uso discrecion­al de los recursos que no generan ellos terminamos siempre en el mismo lugar de “país en desarrollo”

Hagamos un par de preguntas y veamos cómo salen librados, seguro dejan mucho que desear y no solo de un partido en específico, sino de la clase política en general.

¿Cómo sale evaluado su gobernante con estas sencillas preguntas?

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