En defensa de Hollywood
Acabo de leer una carta donde 594
showrunners, o lo que en México llamamos productores, piden que se aumenten las protecciones para las mujeres de la industria que requieran interrumpir su embarazo, si es que ellas lo consideran necesario lo puedan hacer de alguna manera que no ponga en riesgo su vida. Estos son hombres.
Ya habíamos leído a centenares de mujeres pedirlo, pero llama la atención para bien la preocupación de personas como J.J. Abrams, Jordan Peele, David Kelley y, entre muchos más, Aaron Sorkin.
Lo sé, quienes no están de acuerdo con ese lado de la discusión seguramente ya descartaron cualquier connotación positiva respecto a este pequeño pero significativo acto de solidaridad tras el revés que la Suprema Corte de Estados Unidos dio a la libertad de elegir de millones de mujeres. ¿Pero saben qué? La razón por la que hoy decidí defender a Hollywood, con quien he tenido tremendas diferencias ideológicas últimamente, es precisamente eso. Saben que un porcentaje muy alto de su público no estará de acuerdo. Pero aun así toman la decisión y actúan acorde.
Es cierto que hay ideologías, con las que podemos o no congeniar, que permean en las historias que nos cuenta “la maquina de sueños”. Es verdad que están corriendo un peligro tremendo en convertirse en lo que critican al cancelar a quien no esté de acuerdo, pero hoy, también es cierto que si hay un precio que pagar por tener posturas y actos claros, lo están haciendo. Eso, para mí, ya es mucho más que lo que usualmente podemos esperar de quienes siempre han sido acusados de solo pensar en el dinero. Así que hoy te quiero de nuevo, Hollywood. Mañana a ver si se te chispotea de nuevo jugando a los extremos.