Petro jura como primer presidente colombiano surgido de la izquierda
Promete terminar con la violencia interna; Ebrard califica a su gobierno como parte de una “nueva era”
Gustavo Petro juró ayer como el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia y prometió poner fin definitivo a la violencia interna y buscar una estrategia innovadora en la lucha contra el narcotráfico, en un capítulo calificado por el canciller mexicano como “una nueva era”.
En un acto colmado de simbolismos en la Plaza de Bolívar, centro político e histórico de Bogotá, Petro juró defender la Constitución y las leyes junto a Francia Márquez, quien también hizo historia como la primera afrodescendiente en ocupar la vicepresidencia de la nación.
El economista, de 62 años, recibió la banda presidencial de manos de María José Pizarro, congresista e hija del máximo comandante de la extinta guerrilla M-19 (asesinado cuando aspiraba a ser mandatario del país), a la que perteneció Petro.
Durante la ceremonia estuvo acompañado por la espada de Simón Bolívar, robada en enero de 1974 por el M-19 y que estuvo en su poder durante 17 años hasta que fue entregada al Estado en 1991 como un gesto de paz.
El presidente saliente, Iván Duque, había negado la autorización para sacar la espada del palacio presidencial y exhibirla durante la ceremonia.
A nombre del gobierno y de México, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, externó sus felicitaciones y mejores deseos al nuevo presidente.
La historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, y Ebrard acudieron a la ceremonia de transmisión de mando.
“Nos ha dado mucho gusto el triunfo del presidente Petro”, dijo el secretario Ebrard, quien sostendrá un encuentro de trabajo con Petro y con Márquez.
“El deseo de México es que el presidente Petro tenga mucho éxito, que Colombia tenga éxito. Él representa una nueva era, nuevas ideas, hay mucha afinidad con México. Pensamos que va a hacer grandes innovaciones en Colombia que nos interesan a toda América Latina”, añadió.
“Basta de división”
“Que la paz sea posible. Tenemos que terminar, de una vez y para siempre, con seis décadas de violencia y conflicto armado. Convocamos, también, a todos los armados a dejar las armas en las nebulosas del pasado. A aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz, a cambio de la no repetición definitiva de la violencia”, dijo Petro ante la multitud.
Por eso, propuso a los grupos armados “beneficios” penales a cambio de que firmen la paz.
“Convocamos (...) a todos los armados a dejar las armas en las nebulosas del pasado. A aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz, a cambio de la no repetición definitiva de la violencia”.
La guerrilla del ELN, la última reconocida en activo tras el desarme de las FARC en 2017, ha manifestado su intención de diálogo con el nuevo gobierno.
“Uniremos, entre todos y todas, a nuestra querida Colombia. Tenemos que decirle basta a la división que nos enfrenta como pueblo. Yo no quiero dos países, como no quiero dos sociedades”, dijo el mandatario de izquierda.
Petro encarna a una izquierda que ha sido marginada y estigmatizada por el peso de más de cinco décadas de un conflicto armado interno que dejó 50 mil 770 secuestrados, 121 mil 768 desaparecidos y 450 mil 664 asesinados.
Nueva visión ante el narco
El presidente planteó en su discurso una “nueva convención internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado” y pasar a una “política de prevención fuerte del consumo” en los países desarrollados.
“La guerra contra las drogas fortaleció las mafias y debilitó los Estados”, apuntó y añadió que en ese tiempo un “millón de latinoamericanos” han sido asesinados y 70 mil norteamericanos mueren “por sobredosis cada año”.
“¿Vamos a esperar que otro millón de latinoamericanos caigan asesinados y que se eleven a 200 mil los muertos por sobredosis en Estados Unidos cada año?”, cuestionó Petro.
La Plaza de Bolívar estuvo dividida en dos: en la primera parte se ubicaron líderes de varios países, entre ellos Felipe VI de España y
ciudadanos._ los presidentes de Chile, Argentina y Costa Rica y representantes de gobiernos extranjeros, entre ellos el de México con Ebrard y Gutiérrez Müller, y en la segunda los
“Tenemos que decirle basta a la división que nos enfrenta como pueblo”