La dictadura perfecta
“éxico es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo. No es la URSS. No es Fidel Castro. La dictadura perfecta es México”, es una de las afirmaciones tal vez más atinadas que se han hecho respecto al sistema político mexicano emitida por el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
M“Tiene las características de la dictadura: la permanencia, no de un hombre, pero sí de un partido. Y de un partido que es inamovible”, dijo a principios de la década de los 90 al referirse con toda holgura al Partido Revolucionario Institucional en un encuentro de intelectuales organizado por otro Premio Nobel, el gran escritor mexicano Octavio Paz.
Parafraseando al novelista peruano, diría que hoy más que nunca sus palabras tienen eco si analizamos un poco lo que estamos a punto de decidir en las urnas y es que no importa la alianza o partido por el que se vote pues en su ADN está el mismísimo PRI. Fuerza y Corazón por México lo integran partidos con ideologías antagónicas, y con una historia de desencuentros que llevan a pensar que lo único que les interesa es regresar al poder a costa de lo que sea y sin importar que vivales y vividores de la política hoy se alcen como redentores de los ciudadanos.
Por el lado de Morena nos encontramos a todos aquellos que pertenecieron a los priistas revolucionarios, aquellos
HORACIO que en su momento se erigieron como los democratizadores del Partido Revolucionario Institucional, que al verse sometidos por los tecnócratas, decidieron fundar al PRD, partido que es parte de su competencia por la Presidencia de México.
Me preguntará y qué hay de “los nuevos” de los que hacen la “nueva política” nomás rásquele y empezando por el dueño del movimiento naranja, Dante Delgado, nos daremos cuenta que la raíz de Movimiento Ciudadano está justo en el tricolor, partido que para nada se ha ido de éste México que sigue bajo los designios de una clase política que solo cambia de membretes pero no de costumbres.
¿Alguna duda? nomás échele un ojo a los grandes dentro de esta clase política, algunos no solo no tocaron la cárcel, hasta les terminamos devolviendo lo que en su momento fue un escándalo por corrupción.
Al final la dictadura perfecta se impone y terminaremos votando por alguna de las formas del PRI.