Semana Santa salva a Lula de pisar la cárcel
LA CORTE SE TOMA DOS SEMANAS Y RETOMA EL CASO EL 4 DE ABRIL Autoridades de Brasil garantizan al ex mandatario que ninguna instancia podrá detenerlo si no están firmes los delitos imputados
El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil postergó este jueves hasta el próximo 4 de abril la decisión sobre el pedido del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva para evitar la prisión, pero le garantizó que no será encarcelado hasta que no concluya el debate.
La decisión da un respiro al líder de la izquierda, que corría riesgo inminente de ir preso en caso de que un tribunal de apelaciones rechace el próximo lunes sus últimos recursos de segunda instancia.
Dos veces mandatario de Brasil (2003-2010), Lula se encuentra en el sur del país en plena precampaña proselitista, a meses de las elecciones presidenciales de octubre en las que se perfila como favorito, pese a su atribulada situación judicial.
Ahora “no hay ningún riesgo de prisión hasta que el STF juzgue el explicó a la agencia de noticias francesa AFP Aury Lopes profesor de Derecho Penal en la Universidad Católica de Río Grande do Sul.
La discusión fue postergada para el próximo 4 de abril porque la corte no sesionará durante la semana santa.
Partidarios y detractores de Lula se concentraron afuera del tribunal en Brasilia, con pancartas que pedían la prisión o la libertad del ex mandatario y líder del Partido de los Trabajadores (PT). Según la jurisprudencia actual, Lula podría ser encarcelado una vez agotados los recursos en segunda instancia judicial.
Pero la defensa accionó al STF pidiendo un “preventivo”, es decir, que Lula no sea encarcelado hasta que su caso no sea analizado por cortes superiores.
Se esperaba que ayer el STF zanjara la cuestión, pero los magistrados dedicaron varias horas a discutir si el “preventivo” presentado por la defensa de Lula para evitar su prisión, era un recurso admisible desde el punto de vista formal.
La inminencia de los feriados llevó a los jueces a postergar la discusión y a concederle a Lula una cautelar para asegurarle el derecho a permanecer libre.
Lula, de 72 años, fue condenado el 24 de enero en segunda instancia por el tribunal de Porto Alegre, por haber aceptado la reforma de un departamento que tenía previsto comprar en la costa de Sao Paulo, a cambio de favorecer a la constructora OAS en sus negocios con la petrolera estatal Petrobras, y destapado por la investigación policial anti corrupción en la paraestatal Petrobras denominada
El 20 de febrero, sin embargo, su defensa interpuso un recurso contra la condena.
El ex presidente asegura que no existen pruebas en su contra y cuestiona la imparcialidad de los jueces que trataron su caso, acusándolos de querer sacarlo de la disputa electoral. Si el STF le concediese el
Lula podría recurrir en libertad hasta que su caso llegue a cortes superiores.
Pero aun en ese caso, Lula no debería librarse de la inhabilitación que impone la justicia electoral a los candidatos condenados en segundo grado.
Además, existen otros seis procesos contra él, por los cuales todavía no ha sido juzgado.
El líder histórico del PT puntea en las encuestas a la presidencia, que se celebrarán en octubre