A la defensa del comercio
Los organismos mundiales defienden el intercambio mundial a medida que avanza el proteccionismo.
El Fondo Monetario Internacional ( FMI), el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio ( OMC) emitieron un informe conjunto que va en contra del proteccionismo. El FMI, el Banco Mundial y la OMC organizaron una defensa poco común de los beneficios del comercio mundial, a medida que aumenta la preocupación por los planes que tiene Donald Trump para la economía mundial.
La aparición conjunta en Berlín, que bajo el liderazgo de la canciller alemana, Angela Merkel, surge como la nueva capital del liberalismo del libre mercado mundial, es un intento para contrarrestar lo que las instituciones temen es un descenso hacia un mayor proteccionismo desde que Trump se convirtió en el presidente de Estados Unidos (EU).
La sólida defensa del multilateralismo se produce a poco más de una semana de que los ministros de finanzas y los banqueros centrales se reúnan en Washington para las primeras reuniones bienales del FMI y del Banco Mundial, desde la elección de Trump en noviembre pasado.
EU es el participante más importante de ambas instituciones y las reuniones se preparan para ser dominadas por preguntas sobre los planes que tiene Trump para ellas. La OMC, con sede en Ginebra, en la que EU tradicionalmente es un participante destacado, debe realizar su propia reunión bienal de ministros en Argentina a finales de este año, con discusiones sobre los contenidos de la agenda que sostienen cuestionamientos sobre el papel de Washington.
Mientras se evita mencionar a EU o a Trump por su nombre, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde; el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim; y el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, alzan más la voz para defender lo que ellos y muchos economistas consideran como los beneficios generalizados del comercio.
“La integración del comercio es una herramienta poderosa para aumentar el crecimiento y mejorar los estándares de vida. Es un motor para el crecimiento y la prosperidad mundial”, dijo Lagarde a los líderes empresariales.
La defensa del comercio se une a las llamadas de las instituciones para que los gobiernos hagan más para ayudar a los que se quedaron atrás por el cambio tecnológico, la automatización y el impacto de la globalización.
El efecto sobre los trabajadores ha sido el centro de un acalorado debate entre los economistas. Estudios recientes culpan a las crecientes importaciones. procedentes de China, por la pérdida de empleos de fabricación en EU. Pero en los últimos meses se cuestionaron esas conclusiones, hay economistas que argumentan que se debe culpar más a la automatización y a la competencia interna.
El ascenso de Trump y la votación el año pasado en el Reino Unido para salir de la Unión Europea, también llevó a centrarse a ver qué más se puede hacer para ayudar a los que se quedaron detrás debido al cambio económico, ya que muchas de esas personas votaron por Trump o por el Brexit.
En el informe del FMI, la OMC y el Banco Mundial, hecho para una reunión reciente del G20, las instituciones instaron a los gobiernos a desplegar todo, desde programas educativos y de vivienda, hasta mejorar el seguro de desempleo para ayudar a la gente que quedó desplazada por el cambio económico.
También destacan los beneficios del comercio, que desde 1960 hasta la crisis financiera, creció a una tasa real promedio de alrededor de 6% al año, antes de tener una fuerte desaceleración; y la OMC y un sistema multilateral que ayudó a detener guerras comerciales.
En una reprimenda para la administración Trump, que señaló que tomará una posición más escéptica de la OMC y sus reglas, el informe también insta a los gobiernos a que defiendan a la institución y su sistema de solución de diferencias.
“Sigue siendo crítico un sistema comercial global sólido centrado en la OMC”, escribieron los autores. “Mantener un sistema de solución de disputas es más importante que nunca”.
Pero el origen del informe dice mucho sobre el cambiante clima político. Los trabajos comenzaron después de que los líderes en la cumbre del G20 de septiembre que se realizó en Hangzhou, China, en el contexto de la campaña presidencial de Trump y los temores por el creciente populismo en Europa, se comprometieron a hacer más para comunicar los beneficios del comercio y ayudar a los que se quedaron detrás.
Es poco probable que se repita ese llamamiento cuando Trump se una a los líderes del G7 en Italia en mayo, o a los líderes del G20 en Hamburgo en junio, para sus primeras cumbres internacionales.