LA PERSPECTIVA ECONÓMICA INCIERTA
En un marco pesimista, para el 2018, la situación se agravaría si la extrema izquierda gana las elecciones presidenciales.
No cabe duda de que es muy difícil, en este momento, proyectar cifras económicas para México rumbo al 2018, ya que tenemos un entorno interno poco claro en función de varios factores: elecciones presidenciales y eventos externos que están fuera de nuestro control, los cuales no sabemos cómo se van a resolver.
Dentro de estos, los más relevantes son: la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); la política monetaria que siga la Reserva Federal, así como los efectos, que podrá tener o no, y la reforma fiscal que se está trabajando en el Congreso norteamericano.
Para mí, existen varios escenarios. Uno es el optimista, en el cual se resuelve el tema del TLCAN de manera razonable y, además, la Fed adopta una política monetaria para incrementar la tasa de interés de manera lenta y moderada. Si este fuera el caso, el tipo de cambio en México estaría entre los 18.00 y 18.50 pesos. La inflación empezaría a converger hacia 3.5% y se podría alcanzar un crecimiento de alrededor de 2.5% en el año.
También es probable, en esta atmósfera, que las tasas de interés disminuyan en la segunda parte del año, siempre y cuando la contienda electoral se resuelva con un personaje bien aceptado por los mercados financieros.
Por lo que se refiere a la reforma fiscal en Estados Unidos, de llevarse a cabo, beneficiaría a México, porque el crecimiento que le imprimiría a la economía estadounidense serviría para apuntalar nuestras exportaciones, dándole tiempo al gobierno mexicano para pensar en una reforma fiscal integral que le devolviera a nuestro país la competitividad perdida resultante de la reforma norteamericana.
En un marco pesimista donde se cancela el TLCAN y la Reserva Federal es más agresiva en el proceso de normalización de su tasa de interés, para evitar burbujas inflacionarias a raíz de una Reforma Fiscal benéfica para el capital, entonces las variables económicas en México tendrían un desarrollo negativo. Por ejemplo, el crecimiento económico podría caer a niveles de 1%; el tipo de cambio situarse por encima de los 20.50 pesos por dólar, y la inflación no podría caer debajo de 5%. Si a este escenario se le adjunta un resultado electoral, que favorezca a la extrema izquierda, sí tendríamos un contexto caótico.
Entre estos dos escenarios, hay muchos intermedios; y ante la incertidumbre, lo que debe de privilegiar, en el tema financiero, es la ¡ prudencia!