“No se apresurará el cierre”, Kenneth h Smith Ramos, jefe de la Negociaciónón Técnica del TLCAN
Desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hace 25 años, el comercio mexicano pudo haber crecido hasta ocho veces, sin embargo, se incrementó solo en seis, debido a que aún existen barrera arancelarias en sectores como e
¿Cómo afecta Donald Trump?
Lo que hemos tratado de hacer es separar los aspectos políticos de la negociación del punto de vista técnico. Obviamente tenemos que entender qué es lo que está pasando en los diferentes niveles.
El reto para mis contrapartes es que conocen bien el tratado, lo han defendido durante muchos años, pero, además de presentar sus propuestas de mejora, tienen la obligación de presentar propuestas que vienen desde arriba de la administración Trump, las cuales son contrarias a lo que ellos mismos y el gobierno de Estados Unidos (EU) han apoyado en los últimos 20 años.
¿En qué punto está la renegociación?
Tenemos alrededor de 30 grupos que están sesionando en cada ronda de manera simultánea, es decir, todos los capítulos que ya existen en el tratado y los temas nuevos. También estamos incorporando al cuerpo del tratado temas que estaban como acuerdos paralelos, por ejemplo, el laboral y el ambiental… Después se sumó el energético, es decir, tenemos ya seis cerrados y cuatro anexos sectoriales, como el de los químicos, tecnologías de la información, fórmulas alimenticias, donde las industrias van trabajando junto con los gobiernos para establecer cooperación regulatoria y facilitar las operaciones en esos sectores a lo largo de América Latina.
¿Qué se ha cerrado?
El de Pymes, el de competencia económica y el de anticorrupción, que es muy importante para fortalecer los esfuerzos que estamos haciendo a nivel nacional con un compromiso internacional. En esta ronda cerramos el de buenas prácticas regulatorias y transparencia, que relevante para la cooperación regulatoria y reducir el costo entre los tres países; así como el de medidas sanitarias y fitosanitarias que es esencial para el campo.
¿Qué pasa con los sueldos?
No es una propuesta como tal el hecho de incrementar los salarios. En lo que sí estamos trabajando es en todo el andamiaje para fortalecer los derechos de los trabajadores, aunado a lo que estamos haciendo en materia de reforma laboral y el fortalecimiento de los salarios en México.
De firmarse, ¿qué obtendríamos?
Tener cero aranceles entre México y EU; de hecho, estamos más abiertos que entre EU y Canadá, ya que ellos tienen todavía restricciones en lácteos y en el sector avícola. También tendríamos esquemas fortalecidos de mecanismos de solución de disputas, protección de inversiones; tendríamos esquemas para evitar barreras no arancelarias.
Y un TLCAN sin Estados Unidos...
En el caso extremo en que se quisieran salir, hay que recordar que 40% de lo que ya comerciamos con EU estaría en 0% de arancel; esto quiere decir que 40% no se vería afectado y tendríamos algunos picos arancelarios en algunos puntos agropecuarios, por ejemplo, en el caso de las exportaciones de México a EU. Los más fuertes son espárragos, sector textil-vestido y en el automotriz solo las pick-ups.
¿Por qué está tan positivo?
Yo creo que a lo largo de la negociación —a pesar de que es muy complicada—, la magnitud de los temas que se están y la importancia que tiene este tratado para México, independientemente de las dificultades, vemos espacios donde estamos obteniendo resultados concretos.