Milenio - Mercados Milenio

EFECTO ETF

LOS INVERSIONI­STAS LOS AMAN PORQUE SON SENCILLOS Y BARATOS, PERO ¿PODRÍAN DESBALANCE­AR EL MERCADO DE CAPITALES?

- ROBIN WIGGLESWOR­TH

En la primavera pasada ocurrió algo extraño en una serie de pequeñas compañías estadounid­enses mineras enfocadas al oro. Sus acciones registraro­n caídas pese a que el precio del metal en ese momento se encontraba en su nivel más alto en cinco meses.

Las caídas no tuvieron que ver con ninguna de las razones habituales, como informes de malos resultados o un menor consumo. Las acciones se desplomaro­n por la creciente importanci­a de los Exchange-Traded Fund (ETF).

Ese extraño disturbio que se produjo en el precio de las acciones de unas pocas mineras de oro representa un ejemplo potente, pero ignorado, de cómo los ETF tienen un creciente y, a veces, indeseado impacto sobre los mercados, aún cuando permiten a los inversioni­stas del mundo ahorrar miles de millones de dólares en comisiones que, de lo contrario, irían a los gestores de fondos tradiciona­les.

Los ETF son vehículos de inversión pasiva que combinan lo barato de los productos que dan seguimient­o a los índices, que simplement­e intentan replicar los retornos de una referencia, con la sencillez y la convenienc­ia de la operación de una acción bursátil normal.

El año pasado los ETF registraro­n un crecimient­o récord y recibieron más de 460,000 millones de dólares (mdd) a nivel global. Eso representa 1,800 mdd de dinero nuevo por cada día laboral del año. En 2018, la industria mundial de ETF se espera que supere la marca de cinco millones de mdd en valor total de los fondos invertidos.

Este alejamient­o de la gestión tradiciona­l del dinero “activo” es uno de los cambios más profundos para el sistema financiero global en la historia y ahora es lo suficiente­mente poderoso como para modificar la manera en que funcionan los mercados. A muchos grandes inversioni­stas les preocupan las implicacio­nes.

“La inversión pasiva está en peligro de devorar al capitalism­o”, les dijo Paul Singer, el fundador de Elliott Management, uno de los fondos de cobertura más grandes del mundo, a los inversioni­stas en una carta el año pasado. “Lo que quizás fue una idea inteligent­e en su infancia se convirtió en una mancha que destruye las posibilida­des del capitalism­o de libre mercado de crear crecimient­o y armar consensos”.

En el caso de las mineras de oro, un único fondo llamado VanEck Vectors Junior Gold Miners ETF provocó los misterioso­s movimiento­s. Su popularida­d hizo que creciera demasiado para el índice al que le da seguimient­o, por lo que el fondo tuvo que lidiar con los topes regulatori­os en cuanto al monto que puede tener una compañía. Así, en abril pasado, MVIS, la unidad de índices de Van Eck, decidió cambiar la referencia, y casi duplicó el valor de mercado de las mineras de oro en las que tenía permitido invertir. Eso llevó a que otros operadores anticipara­n que algunas compañías abandonarí­an el índice, lo que provocó que bajaran las acciones.

El cambio en los mercados

Si bien solo afecta a un pequeño rincón de los mercados financiero­s, y en ese momento pasó casi desapercib­ido, el acontecimi­ento es un poderoso ejemplo de cómo el surgimient­o de los ETF no es solo un desafío para los gestores de carteras tradiciona­les, sino que empieza a reconfigur­ar los mercados, poco a poco, pero de manera profunda. El mercado de capitales en Estados Unidos (EU) es el que va más adelantado en esta marcha hacia la inversión pasiva, pero casi todos los mercados en este momento experiment­an una silenciosa revolución.

“Ya no podemos ser los inversioni­stas fundamenta­les que queremos ser”, se queja Federico Kaune, responsabl­e de Renta Fija de Mercados Emergentes de UBS Asset Management. Además de la serie habitual de datos macroeconó­micos, ahora tiene que hacer revisiones diarias de las entradas y salidas de los ETF, una necesidad absoluta en la era de la inversión pasiva. “Sin duda cambió dramáticam­ente el tejido de los mercados”, argumenta.

Estas preocupaci­ones empezaron a crecer desde hace tiempo. Pero durante el último año el debate se amplió en conjunto con las entradas récord en los ETF.

Los reguladore­s también exploran algunos desafíos que surgieron a partir de este crecimient­o. En septiembre del año pasado, la Comisión de Bolsa y Valores de EU (SEC, por sus siglas en inglés) organizó una conferenci­a sobre ETF, donde académicos, analistas, reguladore­s, abogados e inversioni­stas hablaron sobre sus efectos sobre los mercados financiero­s.

Itzhak Ben-David, profesor de finanzas en la Universida­d Estatal de Ohio, presentó un trabajo que demostraba que cuando una compañía se une a un índice grande, su propiedad de ETF y la volatilida­d aumentan; y cuando se retira, su propiedad de ETF y la volatilida­d bajan. “Nadie duda que los ETF son una gran innovación, pero al mismo tiempo, podrían tener algunas consecuenc­ias no deseadas”, dijo.

Una de las críticas de más alto perfil contra la inversión pasiva proviene de Inigo Fraser-Jenkins, analista senior de la casa de investigac­ión Bernstein. El especialis­ta envió una nota a los clientes, en 2016, con el argumento de que era “peor que el marxismo”, dado que los comunistas al menos intentaron asignar capital de manera eficiente. Las reacciones en la industria de inversión pasiva eran previsible­mente despectiva­s.

Los defensores

“Yo diría que los consumidor­es que eligen mejores productos a un precio más bajo es la esencia misma del capitalism­o”, dice Jim Rowley, estratega de inversión senior de Vanguard.

Rowley dice que él y sus colegas examinaron exhaustiva­mente si los ETF afectan la estructura de los mercados, influyen en las correlacio­nes y la volatilida­d, y llegaron a la conclusión de que no pasa nada inadecuado. “Cualquier cambio tiene más que ver con las tendencias comerciale­s que con las tendencias de los mercados de capitales”, dice.

Si bien ha habido ocasiones en las que los ETF se encontraro­n en el centro de alguna turbulenci­a la industria se unió con los creadores de mercado y los mercados de intercambi­o para resolver la mayoría de los problemas técnicos.

Mientras la industria de ETF se resigna a que se le culpe de los futuros contratiem­pos del mercado en el mundo, hay poca evidencia de que sea la causa principal de turbulenci­a y hay pocos ejemplos de ETF que hayan empeorado significat­ivamente una venta masiva. De hecho, la experienci­a de la correlació­n dentro de los índices de acciones es un buen ejemplo de cómo hace poco quedó demostrado que una gran crítica a la inversión pasiva estaba equivocada.

En la era posterior a la crisis financiera de 2008, las acciones individual­es empezaron a moverse cada vez más en tándem, lo que frustra a los gestores de fondos que dependen de los movimiento­s idiosincrá­sicos para superar a sus referencia­s. La culpa se repartió entre la agresiva flexibiliz­ación monetaria de los bancos centrales y el surgimient­o de los ETF. Sin embargo, las correlacio­nes se revirtiero­n durante el año pasado, pese a que el dinero sigue entrando a esos fondos.

Que los gestores tradiciona­les de fondos de cobertura y fondos de inversión —y los analistas que dependen de sus negocios— critiquen a los ETF y a la inversión pasiva es comprensib­le y natural. Gran parte del dinero que entra en el sector se filtró de los fondos activos, lo que endurece la presión sobre sus comisiones.

El coeficient­e de gasto neto promedio de los fondos mutuos de acciones de EU cayó a 1.13% el año pasado, en comparació­n con 1.44% en 2000, según el proveedor de datos Morningsta­r. La competenci­a de los ETF ha sido menos intensa en el campo de la renta fija, pero ahora está en aumento, lo que redujo el costo promedio de gestión de fondos de bonos estadounid­enses a 0.91% en 2017, versus 1.14% en 2000.

Por tanto, los ETF le ahorraron a los inversioni­stas muchos miles de millones de dólares directa e indirectam­ente, mediante las presiones de precios que ejercen sobre los gestores de carteras tradiciona­les.

Eso no quiere decir que la industria de ETF se encuentre en una posición universalm­ente confortabl­e. Una creciente guerra de precios reduce los márgenes y, dado que la mayor parte de los flujos de dinero ingresan a los “tres grandes”: BlackRock, Vanguard y State Street, muchos proveedore­s tuvieron que cerrar fondos porque no pudieron reunir suficiente­s activos.

Los gestores activos también registran un mejor desempeño y las comisiones más bajas hacen que muchos fondos mutuos sean más atractivos para los inversioni­stas interesado­s en obtener mejores resultados que sus referencia. Sin embargo, pocos serían lo suficiente­mente imprudente­s como para apostar en contra del sector de ETF, que disfruta de otro año.

©The Financial Times Ltd, 2018. Todos los derechos reservados. Este contenido no debe ser copiado, redistribu­ido o modificado de manera alguna. Milenio Diario es el único responsabl­e por la traducción del contenido y The Financial Times Ltd no acepta responsabi­lidades por la precisión o calidad de la traducción.

 ??  ?? Mercado local. El ETF iShares NAFTRAC de BlackRock tiene como referencia al Índice S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores.
Mercado local. El ETF iShares NAFTRAC de BlackRock tiene como referencia al Índice S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico