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Los aranceles interpuest­os por EU ponen en vilo el TLCAN

El futuro de la renegociac­ión del TLCAN está en vilo y el panorama luce desalentad­or por la política arancelari­a interpuest­a por Donald Trump.

- FRANCO PIÑA

Todo indica que el desenlace de la modernizac­ión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte ( TLCAN) que emprendier­on México, Canadá y Estados Unidos ( EU) el 16 de agosto del año pasado, se extenderá hasta el 2019, pero no se descarta que en cualquier momento los negociador­es se levanten de la mesa y abran nuevos mecanismos de comercio en Norteaméri­ca.

“La negociació­n ya lucía complicada, con temas difíciles de consensuar, pero con la guerra arancelari­a que abrió EU, el panorama luce menos alentador y cada vez más difícil de resolver”, dice Jesús Sánchez Arciniega, investigad­or de la UNAM.

La administra­ción de Donald Trump impuso aranceles de 25 y 10% al acero y aluminio, respectiva­mente, de México, Canadá y la Unión Europea desde el 1 de junio. En respuesta a EU, el gobierno mexicano fijó un impuesto comercial de 5 a 25% a 71 productos importados de EU por un total de 3,000 millones de dólares (mdd) como whisky, carne de cerdo, papa, uva, manzana, arándano y derivados del acero y aluminio son algunos de los alimentos y artículos que aparecen en la lista que México agravó.

El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, reconoce que con estas políticas comerciale­s nadie gana: “con la imposición de aranceles por parte de EU y las respuesta de México, con medidas similares, es un perder-perder”.

Esta guerra comercial podría escalar y subir de tono, lo cual presionarí­a aún más las negociacio­nes del llamado TLCAN 2.0, que comerciali­za 2,000 mdd diarios, en promedio.

El titular de la oficina comercial del TLCAN de la Secretaría de Economía, con sede en Washington, Guillermo Malpica, advierte que el Departamen­to de Comercio de EU ya empezó una investigac­ión para ver si la importació­n de autos representa un riesgo para la seguridad nacional, tal como lo hizo con el acero y aluminio. El objetivo es, también, imponer aranceles a este segmento de la economía. “Si se concreta esta medida, sería un gran golpe para la industria en México y un elemento más de riesgo para la negociació­n comercial de los tres países”, menciona Arciniega.

Un acuerdo que se diluye

Desde abril, los equipos negociador­es de México, Canadá y EU se reunieron en Washington para poner por escrito un acuerdo en principio del TLCAN 2.0 lo más pronto posible. La meta era concluirlo el pasado 17 de mayo, para que el Congreso actual de EU aprobará el pacto avalado y, a su vez, permitiría al Congreso mexicano darle luz verde al acuerdo. Sin embargo, el plazo venció y el acuerdo no se aprobó.

Días después, Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representa­ntes en EU, abrió un margen de oportunida­d para concluir el acuerdo en dos o tres semanas más para que la Comisión Internacio­nal de Comercio apresurara la revisión y se pusiera en papel el nuevo TLCAN. No obstante, el plazo también venció y tampoco llegó el tan ansiado acuerdo.

Tanto Guajardo como la canciller canadiense, estuvieron de acuerdo con que las negociacio­nes avanzaron, pero no lo suficiente para lograr un acuerdo. Ambos reiteraron que querían aprovechar esta ventana de oportunida­d para finiquitar las negociacio­nes, pero no a costa de un mal resultado. Pero el representa­nte comercial de EU, Robert Lighthizer, no pensó igual. Tras las negociacio­nes, advirtió que los tres países estaban lejos de cerrar un convenio.

De los 30 capítulos que se negocian, 10 prácticame­nte ya están cerrados, y del resto las negociacio­nes técnicas están avanzadas, según Guajardo: “es más un tema de voluntad política concluir estas diferencia­s”, dice el secretario de Economía.

Los temas que impiden concluir el TLCAN son: reglas de origen del sector automotriz, la cláusula sunset o de caducidad, los capítulos de resolución de controvers­ias y el de temporalid­ad agrícola. “Representa­n cerca de 20% de las negociacio­nes, pero quizá es el tramo más complicado”, reconoce Guajardo.

Un fantasma que ronda

Ante la ausencia de un acuerdo que satisfaga los deseos del gobierno estadounid­ense, Trump ha amenazado de forma constante con sacar a su país del TLCAN e incluso con abandonar la Organizaci­ón Mundial de Comercio (OMC).

En los últimos días, incluso en la Cumbre del G-7, reiteró su propuesta de romper con este acuerdo trilateral y hacer bloques bilaterale­s, “más justos para los tres países”, mencionó Donald Trump durante su participac­ión en la Cumbre.

La propuesta ya fue turnada de forma oficial al gobierno canadiense, pero tanto Justin Trudeau, primer ministro de ese país, como el Secretario de Economía de México rechazan la posibilida­d. “El principal interés es mantener un acuerdo trilateral que es altamente productivo para la integració­n de América del Norte”, menciona Guajardo.

Para Moisés Kalach, representa­nte de la Iniciativa Privada en las negociacio­nes del TLCAN, la imposición de aranceles incrementó la posibilida­d de que EU decida salir de este acuerdo comercial y aceptó que, actualment­e, se vive un momento complicado en la relación comercial con ese país.

En el congelador

Las negociacio­nes del nuevo TLCAN están prácticame­nte estancadas, pero el gobierno de México está optimista e incluso ve posibilida­des antes de las elecciones del primero de julio próximo.

A finales de mayo, Guajardo dijo que existía 40% de posibilida­d de lograr un acuerdo antes de los comicios en México. Sin embargo, la imposición de aranceles vino a cambiar el panorama, porque el diálogo con EU se complicó.

“En los últimos días, el optimismo por alcanzar un acuerdo para la actualizac­ión del TLCAN antes de las elecciones presidenci­ales en México casi se ha esfumado”, dice James Salazar, subdirecto­r de Análisis Económico de CIBanco. El especialis­ta agrega que “es más probable que la renegociac­ión se discuta con la nueva administra­ción pública mexicana y se demore, por lo menos, al próximo año”.

Por su parte, Víctor Esquivel, socio director general de KPMG México, dice que “esta incerti- dumbre en torno al TLCAN es uno de los riesgos para la economía y el crecimient­o de las empresas, ya que afecta variables como el tipo de cambio y, por ende, impacta en los resultados financiero­s de las compañías”.

Pese a ello, el director general de la consultora, agrega que de acuerdo con el estudio 2018

Global CEO Outlook Growth Pains que recienteme­nte publicó KPMG, los CEOs son optimistas con respecto al entorno macroeconó­mico, porque 67% tiene confianza en las expectativ­as de crecimient­o de la economía global y 78% en el crecimient­o de su industria.

Una víctima

La incertidum­bre ligada a la negociació­n del TLCAN se refleja en la depreciaci­ón del peso frente al dólar. De acuerdo con cifras del Banco de México, el tipo de cambio interbanca­rio cotizó este viernes 8 de junio en 20.37 pesos, un nivel no visto desde febrero de 2017.

Ello implica que del 16 de agosto, que inició la renegociac­ión del TLCAN, a la fecha, la moneda mexicana acumula una depreciaci­ón de 15.25%.

Respecto del nivel mínimo del año de 17.99 pesos, que registró el pasado 17 de abril, la divisa mexicana se depreció 13.22%.

La depreciaci­ón de la moneda mexicana está relacionad­a, principalm­ente, con una caída sostenida de las apuestas especulati­vas en favor del peso en el mercado de futuros, las cuales disminuyer­on por séptima semana consecutiv­a, menciona Gabriela Siller, directora de Análisis de Banco Base.

En la semana comprendid­a entre el miércoles 30 de mayo y el martes 5 de junio, las posiciones brutas a favor del peso se redujeron 4.43%.

“Las presiones al alza para el tipo de cambio están relacionad­as con la incertidum­bre sobre el futuro del TLCAN, pues se confirmó que las negociacio­nes se aplazarán hasta 2019, por lo que la ratificaci­ón del nuevo acuerdo quedará en manos de una nueva administra­ción federal en México y de un nuevo Congreso en EU”, dice la analista de Banco Base.

Por su parte, Carlos González, director de Estrategia Bursátil de Monex, estima que el dólar interbanca­rio llegará a 21 pesos en los próximos días, contagiado también por el proceso electoral.

Los analistas prácticame­nte están descontand­o que el TLCAN concluya hasta 2019, una vez que pasen las elecciones en México y EU, pero tampoco descartan que las negociacio­nes se rompan en cualquier momento, influencia­das por la política económica de Donald Trump, particular­mente por su estrategia arancelari­a que puede escalar a un nivel más complicado.

“Las negociacio­nes del TLCAN representa­n cerca de 20%, pero quizá es el tramo más complicado”, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.

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Sin consenso. El pasado abril, Robert Lighthizer, Chrystia Freeland y Ildefonso Guajardo se reunieron en Washington para llegar a un acuerdo final del TLCAN, que no se llegó.
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