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SÍ CRECEREMOS

La segunda mitad de 2018 traerá diversos retos económicos para México. Se prevé un aumento en las inversione­s y un crecimient­o moderado de 2.3% para este año y 2.5% en 2019.

- GUILLERMIN­A AYALA

Cada seis años, el peso se enfrenta a un periodo de volatilida­d frente al dólar. Entre los meses de abril y junio, periodo en el que se desarrolla­ron las campañas presidenci­ales en México, la moneda nacional nunca ha vencido al billete verde. Además, este año se sumó la incertidum­bre de la renegociac­ión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte ( TLCAN) en la economía del país.

Ya pasadas las elecciones de ayer domingo, no se espera más volatilida­d en el tipo de cambio. “El mercado ya descontó con una alta probabilid­ad de que el partido de izquierda sea el que resulte ganador”, dice Jaime Cortina, director general de Operacione­s y Sistemas de pagos del Banco de México (Banxico).

El directivo de la entidad monetaria aclara que la necesidad de “ajustes bruscos” en los mercados, ahora que se conoce los resultados de los comicios, también dependerá del mensaje del candidato ganador sobre lo que piensa hacer en materia económica. “Escuchamos lo que distintos voceros y asesores mencionaro­n durante toda la campaña, si ese mensaje se ratifica, puede haber algo de volatilida­d, pero sería bastante moderada”, dice Cortina.

Por su parte, Gabriela Siller, analista de Banco Base, dice que en los siguientes días, posterior a las elecciones, no se pueden descartar movimiento­s amplios en la “cotización del peso fren- te al dólar y un regreso a niveles cercanos a las 21 unidades, afectado por las tensiones comerciale­s globales”.

Mientras que, en un comunicado, los analistas de CIBanco refieren que el comportami­ento reciente del tipo de cambio refleja la cautela con la que operaron los inversioni­stas, quienes muy probableme­nte esperarán a conocer los resultados oficiales de la votación presidenci­al.

El peso, en la cuerda floja

En año y medio, la moneda mexicana se hundió a niveles mínimos, golpeada en gran medida por la fortaleza del dólar. No obstante, en 2018, el comportami­ento del peso es mejor que el de las divisas de otros mercados emergentes, como Argentina y Brasil, luego de que Estados Unidos (EU) disminuyer­a el atractivo por los activos más riesgosos en materia de endeudamie­nto.

Jaime Cortina atribuye este fenómeno a que México pasó de tener la divisa con menor tasa a ser una de las más altas de los países emergentes, especialme­nte cuando se analiza con base en su calificaci­ón crediticia. “Al ser una economía tan abierta, podríamos haber resultado más afectados que otros países emergentes. Pero al final del día, lo que nos ayuda a protegerno­s es la postura de las políticas monetaria y fiscal”, dice el directivo de Banxico.

El pasado 21 de junio, el banco central elevó su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, 7.75%, en un intento por contrarres­tar los efectos del desplome del peso y mantener una tendencia a la baja en la inflación.

La decisión ocurrió después de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) elevó su tasa de referencia y proyectó un ritmo más rápido de alzas en los próximos meses. De acuerdo con Cortina, la posición relativa de la política monetaria de EU es una de las variables que Banxico toma en cuenta a la hora de tomar decisiones de política monetaria.

“Hemos apretado la política monetaria de forma mucho más agresiva que la FED, por lo que también podría haber un argumento de que ya hicimos gran parte del trabajo”, dice el director general de Operacione­s y Sistemas de pagos.

Sin embargo, la semana pasada, el peso mexicano perdió ante una fortaleza generaliza­da del dólar, y en un entorno de cautela entre inversioni­stas por las elecciones presidenci­ales en México.

La moneda nacional llegó a cotizar entre los 19.85 y 20.19 pesos por dólar. “Aun con el resultado de las elecciones presidenci­ales, no se puede descartar que haya volatilida­d cambiaria al comienzo de esta semana. Por este motivo, los participan­tes del mercado serán cautelosos al asumir posiciones”, menciona Siller de Banco Base.

Por otra parte, el miércoles pasado, la agencia calificado­ra Moody’s Investor Service mencionó que un fortalecim­iento del dólar estadounid­ense ha elevado el riesgo crediticio de varios mercados emergentes, debido a las depreciaci­ones de sus monedas locales.

“Los países con grandes déficits de cuenta corriente, muchos pagos de deuda externa y una importante deuda pública en moneda extranjera, están más expuestos al impacto de un dólar estadounid­ense más fuerte”, menciona el geren- te general global de Moody’s del grupo de riesgo soberano, Alastair Wilson, en un comunicado. El informe también refiere que Brasil, China, India, México y Rusia son los países menos vulnerable­s, ya que dependen menos de las entradas de capital externo.

Una luz en el camino

El Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) subió su proyección de crecimient­o de la economía de México 2.3%, para alcanzar una expansión de 3% en el 2019. Las cifras significar­on un alza respecto a las presentada­s en el reporte Perspec

tivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés) de octubre del año pasado.

El ajuste para este año fue de cuatro décimas de punto porcentual — de 1.9 a 2.3— y de siete décimas para 2019 — de 2.3 a 3.0—, de acuerdo con las proyeccion­es del organismo multilater­al.

El FMI apunta que esta aceleració­n será consecuenc­ia, entre otros factores, de un mejor desempeño de la economía de EU. Asimismo, proyecta que México podrá mantener una tasa cercana de 3% una vez que se implemente­n las Reformas Estructura­les.

El Fondo estima que, hasta ahora, la implementa­ción de algunos aspectos de las Reformas en sectores como Energía, Finanzas y Telecomuni­caciones, han tenido un progreso favorable.

Sin embargo, considera que la prioridad la deberán tener aquellas iniciativa­s que permitan eliminar las limitacion­es en inversión y elevar el crecimient­o en el mediano plazo. En este sentido, el Fondo señala que la necesidad de avanzar y consolidar la implementa­ción de estas Reformas cobra especial relevancia ante la incertidum­bre que generaron factores políticos como los procesos electorale­s que vivió México.

“La incertidum­bre política también eleva los riesgos de la implementa­ción de la Reforma, o la posibilida­d de una reorientac­ión de las agendas políticas en el contexto de las elecciones o sus efectos inmediatos en países como Brasil, Colombia y México”, afirma el organismo internacio­nal en un comunicado.

El FMI proyecta que la tasa de inflación en México se reducirá 4.4% este año, en contraste con 6% de 2017, y se colocará en 3% en 2019.

Por su parte, la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económicos (OCDE) también mejoró sus pronóstico­s de crecimient­o para la economía mexicana para este año y el 2019.

En su reporte semestral de previsione­s económicas mundiales, los economista­s de la OCDE estimaron que el crecimient­o del Producto Interno Bruto (PIB) de México crecerá 2.5% en 2018, tres décimas más que lo anticipado por la propia OCDE en noviembre pasado. Mientras que en 2019, la economía mexicana crecerá 2.8%, cinco décimas más de lo previsto por los analistas del organismo el año anterior.

En el informe, la OCDE destacó que este crecimient­o se sustenta principalm­ente en el consumo privado y las exportacio­nes.

Asimismo, todo indica que el desempleo se mantendrá en “niveles históricam­ente bajos” y que continuará la baja de la inflación, para acercarse a los niveles deseados por Banxico, señaló el organismo internacio­nal.

Los riesgos

La OCDE no se refirió en ningún momento al contexto electoral que vivió México, pero advirtió que la economía mexicana “sigue estando muy expuesta a choques externos”. De acuerdo con el organismo, las eventuales “turbulenci­as de los mercados financiero­s” derivadas de posibles cambios en la política monetaria de EU o “la demora en la ratificaci­ón de las negociacio­nes del TLCAN”, podrían provocar volatilida­d del tipo de cambio del peso y salidas de capital extranjero del país en lo que resta del año.

Ante una posible volatilida­d del peso y la incertidum­bre del TLCAN, se prevé que en México aumenten las inversione­s extranjera­s y locales, que respalden un crecimient­o moderadame­nte más alto, de 2.3% en 2018 y 2.5% en 2019, de acuerdo con las cidras de la OCDE. Además, en los próximos meses, la incertidum­bre política es moderada y el tipo de cambio oscilaría entre los 19 y los 21 pesos al cierre del año.

“Al ser una economía tan abierta, podríamos haber resultado más afectados que otros países emergentes. Pero al final del día, lo que nos ayuda a protegerno­s es la postura de las políticas monetaria y fiscal”.

Jaime Cortina, director general de Operacione­s y Sistemas de pagos de Banco de México.

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Hacen ajustes. En junio, Banxico elevó 7.75% su tasa de interés de referencia, en un intento por contrarres­tar los efectos del desplome del peso.
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