David Solomon, DJ y nuevo CEO de Goldman Sachs
David Solomon combinará su pasión por la música como DJ D-Sol en el salón Libation en NY, con su trabajo como nuevo CEO de Goldman Sachs.
Si no puedes encontrar la forma de tener pasiones y perseguirlas... es más difícil tener la energía para seguir avanzando profesionalmente”.
El pasado martes, cuando la ciudad de Nueva York se encontraba inundada por la lluvia, David Solomon se subió a un auto frente a la sede de Manhattan de Goldman Sachs. Aunque el ejecutivo de 56 años había sido confirmado como el próximo director ejecutivo del banco de Wall Street, ni el mal tiempo ni su promoción evitaron que fuera a visitar a un cliente que lo esperaba en la parte alta de la ciudad.
Fuera de Goldman Sachs, el banquero de inversión es más conocido por su trabajo como DJ; como cliente de los mejores restaurantes, acumulando una colección de vinos de lujo, y por su amor por las aventuras como el kite
surfing. A nivel interno, los banqueros hablan de su intensidad y una mentalidad “siempre alerta”; atributos que lo hicieron ganar clientes clave con el paso de los años, como Sheldon Adelson, propietario del casino Las Vegas Sands, y Bob Iger de Disney.
En un podcast reciente de Goldman, Solomon dijo que considera la vida como “un maratón y no una carrera de velocidad”. Agregó: “Si no puedes encontrar la forma de tener pasiones y perseguirlas... es más difícil tener la energía para seguir haciendo esto y seguir avanzando profesionalmente”.
Solomon fue vendedor de bonos en Salomon Brothers y Drexel Burnham Lambert antes de unirse a Bear Stearns en 1991. Allí desarrolló una reputación de recaudar dinero para empresas con bajas calificaciones crediticias. En 1999 se cambió a Goldman como socio, un movimiento inusual para el grupo, que suele desarrollar a sus socios. También fue una degradación en el puesto de Solomon, quien pasó de ser director de banca de inversión en Bear Stearns a codirector de financiamiento apalancado en Goldman.
“Dije, ‘David, ¿por qué lo hiciste?’”, recordó Lloyd Blankfein en una reciente reunión general con los directores gerentes del banco. “David dijo que si iba a seguir invirtiendo en su carrera como hasta el momento, quería hacerlo en el mejor lugar, que rindiera los mejores resultados para él en el largo plazo”.
A diferencia de Blankfein, a quien reemplazará en septiembre como director ejecutivo y como presidente a finales de año, Solomon surge del lado de la banca de inversión de Goldman, en lugar de su división bursátil. Como tal, suele enfocarse en pasar tiempo con clientes importantes, tratando de atraerlos sobre su alcance y la escala de las capacidades de Goldman.
Solomon es una decisión inteligente, dice Gary Goldstein de Whitney Partners. “Terminó el círculo completo de las décadas de 1970 y 1980, cuando el capital humano y las relaciones impulsaban a muchas empresas. En la década de 1990 y 2000 se trataba de las operaciones, pero ahora todos tienen acceso a la misma tecnología y el mismo capital. Si otra vez se trata de una gran lucha por el talento, David es muy bueno en eso”.
Solomon cuenta con un amplio respaldo de los banqueros de inversión, a pesar de cierta resistencia por parte de los que están en fusiones y adquisiciones, que se muestran escépticos por el impulso a la venta cruzada de otros servicios, como préstamos a sus clientes.
Los aliados describen su estilo como “directo”; otros lo ven como un clásico hombre rudo de Wall Street. Durante los 10 años que Solomon dirigió la división de banca de inversión, los márgenes de utilidades casi se duplicaron y su participación en los ingresos de Goldman subió de 11% a 22%.
En el lado bursátil de la empresa, Solomon es menos conocido y tiene la carga adicional de haber visto salir a algunas de las figuras más populares de la división, entre ellos Harvey Schwartz, el ex director financiero. Los dos hombres fueron rivales por el puesto principal después de que los ascendieron a codirectores de operaciones en 2016. Pero cuando Schwartz renunció en marzo, quedó claro que Solomon hizo lo necesario para prevalecer.
“El poder gira hacia donde se generan las utilidades”, dice Ron Marks, un gestor de fondos que dirigía la unidad de intercambio de divisas de Goldman. En ese sentido, dice, era natural que Goldman recurriera a Solomon, cuya división prosperaba justo cuando el lado bursátil batallaba bajo una regulación más estricta y una actividad muy reducida entre los clientes. “Francamente me sorprende que Lloyd haya durado tanto”.
Solomon prometió controlar el negocio bursátil y ya solicitó a los ejecutivos que encuentren formas de aumentar la eficiencia. “No lo decretó, no lo ordenó, pero introdujo una nueva forma de pensar”, dice un alto ejecutivo de valores.
Solomon le da crédito a su educación en Hamilton College para llevar a cabo su carrera. Los estudiantes deben “hablar en público, tomar algunas clases de escritura; pensar en cómo pueden desarrollar sus habilidades de comunicación, porque les ayudará en cualquier cosa que hagan”, dijo Solomon en el podcast. “Todos deberían hacer algo que les interese y les apasione, porque los va a completar y los hará más interesantes”.
Queda abierto a cuestionamientos que ese enfoque puede mejorar la reputación de Goldman. “No sé si estoy viendo al presidente de Goldman... las melodías que se tocan en un club cambiarán la percepción de la industria”, dijo. “Tenemos mucho trabajo por hacer en ese frente”.