Plan en brasas
La EPA frustra el programa de energía de Trump de generar electricidad con carbón.
Es probable que la generación de electricidad alimentada por carbón tenga un declive en Estados Unidos ( EU) en las próximas dos décadas, incluso después del intento de la administración Donald Trump de flexibilizar la carga regulatoria en la industria.
Las estimaciones se publicaron junto con el nuevo enfoque más ligero de la Agencia de Protección Ambiental de EU ( EPA, por sus siglas en inglés) para hacer frente a las emisiones de dióxido de carbono por la generación de electricidad.
La EPA estableció propuestas para reemplazar el Plan de Energía Limpia (CPP, por sus siglas en inglés) con un nuevo enfoque conocido como la regulación de la Energía Limpia Asequible. Este abandona los límites de las emisiones de los estados que se establecieron bajo el CPP, y se enfoca en mejorar la eficiencia individual de las plantas alimentadas por carbón.
Bill Wehrum, administrador asistente de la Oficina de Aire y Radiación de la EPA, dice que el aumento en la electricidad alimentada por gas y energía renovable significa que el mundo cambió desde que se anunció el CPP en 2015, y esas tendencias pueden continuar para dar forma a la industria estadounidense de electricidad.
La EPA publicó proyecciones para las perspectivas, las cuales mostraron que la generación alimentada por carbón podría ser hasta 13.1% más alta en 2030, si el CPP hubiera seguido en vigor.
Se proyecta que la producción de carbón en EU sea 8.5% más alta en 2030 que bajo el plan CPP, pero las cifras implican que se mantenga un declive constante desde los niveles actuales.
Otros indicadores muestran un impacto limitado del plan. Se prevé que los precios minoristas de la electricidad serán cuando mucho 0.4% más bajos en 2030. También se proyecta que las emisiones cambien poco. Bajo el CPP, las proyecciones son que las emisiones de carbono del sector eléctrico presenten una caída de 36% en 2030, respecto de los niveles de 2005. Bajo la ley de Energía Limpia Asequible, se prevé que caigan a un rango rango de entre 33 y 34%.
James Lucier, de Capital Alpha Partners, dice que los inversionistas le prestaron poca atención al plan de la administración Trump. “Alejarse de la generación de energía alimentada por carbón se impulsa por aspectos económicos fundamentales y no por un mandato regulatorio”.
El nuevo plan se enfoca en controlar las emisiones en las plantas individuales haciéndolas más eficientes. Ofrece a los estados la capacidad de establecer sus propios estándares al requerir actualizaciones de tecnología. Los estados tendrán hasta tres años para establecer sus planes, y si no cuentan con uno, se podría imponer un plan federal después de otros tres años.