LOS MERCADOS FINANCIEROS Y LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
La cancelación del NAIM mermaría la confianza de los inversionistas ante un nuevo gobierno que está por empezar.
Veo con preocupación algunas expresiones del nuevo gobierno frente a los medios de comunicación; concretamente, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha manifestado su descontento con algunos medios que han criticado las acciones que está tomando en relación a la construcción, o en su caso la cancelación, del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Me preocupa que se critique a quien expresa su manera de pensar, pues una de las condiciones básicas en cualquier democracia, es que se respete la libertad de expresión.
Si somos objetivos, el asunto del NAIM se ha convertido en un tema controversial, en gran medida, porque el presidente electo y su próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, no han manifestado claramente por qué rechazan la mega obra que ya se está llevando a cabo.
La gente común y corriente como yo, no entendemos por qué vamos a tirar a la basura más de 5,000 millones de dólares que ya se han invertido en la construcción; tampoco entendemos cómo se afirma que hubo mucha corrupción y no se denuncia. Estas rarezas, hacen que existan todo tipo de comentarios a favor y en contra del aeropuerto.
Otro elemento que parece molestar al presidente electo, es que algunos comunicadores han dicho que rechazar el proyecto de Texcoco traería consecuencias graves para la cotización de nuestra moneda; sobre este punto, que sí es mi especialidad, lo que yo puedo decir es que los mercados financieros están del lado de Texcoco, porque es un proyecto que mejorará en forma importante la infraestructura del país, es una obra que se necesita, y además, creará un polo de desarrollo importante en una zona muy poco favorecida del área metropolitana.
Se crearán más de 400,000 nuevos empleos directos y otros tantos indirectos; en fin, desde el punto de vista económico, Texcoco es mucho más relevante que Santa Lucía.
Por último, el cancelarlo mermaría la confianza de los inversionistas ante un nuevo gobierno que está por empezar, y que seguramente tendrá en el futuro más proyectos importantes que financiar. La cancelación del nuevo aeropuerto hará que tarde tiempo en regresar la confianza de los inversionistas. Por todo lo anterior, si se rechaza Texcoco, seguramente se lastimará de alguna forma la valuación de nuestra moneda; no creo que sucediera algo catastrófico, simplemente sería una mala noticia.