El renacimiento estadounidense
EU tendrá una década mediocre, agobiado por los excesos de su reciente auge, pero las altas valoraciones en el mercado bursátil reflejan un nuevo optimismo.
Impulsada por el éxito del despliegue de las vacunas en Estados Unidos (EU) y el enorme estímulo del gobierno, se espera que la economía estadounidense crezca hasta 7% este año y actualmente encabeza la recuperación mundial. Los comentaristas hablan de un “Renacimiento Estadounidense” en una nación que recientemente conmemoró su Día de la Independencia número 254.
Pero hay un problema: Estados Unidos acaba de pasar por un renacimiento económico. No es probable que vuelva a renacer. Hace una década, a raíz de la crisis financiera de 2008, la degradación de la deuda del gobierno estadounidense por parte de Standard & Poor’s por primera vez en la historia, desató pronósticos terribles del declive de EU. En su lugar, la década del 2010 registró una expansión del poder económico, alimentado por su destreza de tecnología y su resolución relativamente rápida de la crisis de la deuda.
La participación de EU en el Producto Interno Bruto (PIB) global subió de un mínimo de 2011 de 21% a 25% el año pasado. Los ingresos promedio comenzaron la década 26% más altos en EU que en Europa en términos reales en dólares y terminaron siendo 60% más altos. La ventaja de EU en los ingresos sobre Japón creció aún más dramáticamente. Para principios de 2020, a pesar de hablar de “la desesperación” en las clases medias sin empleo, la confianza del consumidor y las pequeñas empresas estadounidenses alcanzó máximos sin precedentes desde la década de 1960.
Como una superpotencia financiera, EU alcanzó alturas aún mayores. Su participación en los mercados de valores mundiales subió en la década de 2010 de 42% a 58%. El dólar emergió como una moneda más dominante que nunca, lo que ayudó a que EU extendiera su liderazgo sobre otras naciones desarrolladas.
A finales de 2019, 75% de todos los préstamos en el extranjero a personas y empresas estaban con denominación en dólares, frente a 60% antes de la crisis de 2008. También 6 de cada 10 países usaban el dólar como su “ancla”—la moneda contra la cual miden y estabilizan el valor de su propia moneda— cerca de un máximo histórico. Los esfuerzos de China por desafiar al dólar como la moneda de reserva favorita del mundo también fracasaron rotundamente durante la década de 2010.
Después de 10 años de regreso, es poco probable que EU vuelva a crecer en la década de 2020. Como dije al comienzo de la pandemia, a los auges potentes casi siempre les sigue una larga resaca.
La economía estadounidense lideró al mundo en la década de 1960, pero en la década de 1970 le preocupaba quedarse detrás de la Unión Soviética, impulsada por el petróleo. En la década de 1980 le preocupaba Japón, un país en ascenso. EU regresó con fuerza durante el auge de la tecnología de la década de 1990, pero la década de 2000 se trató del auge de los mercados emergentes liderados por China.
Los pronósticos de otro aumento repentino de EU se basan en parte en la fe en que podrá seguir ampliando su liderazgo en tecnología. Pero los gigantes estadounidenses ya enfrentan competidores en los mercados emergentes de Asia a África, donde los empresarios locales construyen líderes de mercado nacionales y regionales en comercio electrónico, banca electrónica y búsquedas. Europa está cerrando la brecha de innovación en campos como la robótica y la inteligencia artificial, y las startups europeas atraen más dinero de capital privado que nunca.
Los auges a menudo mueren por la complacencia, que ahora se apodera de Estados Unidos. Voces importantes en ambos partidos políticos argumentan que EU debería seguir endeudándose y gastando libremente, gracias al estatus incomparable del dólar como la moneda más buscada del mundo.
Pero el dinero fácil que sale de la Fed amenaza con debilitar el dólar y alimentar el aumento de zombis, compañías que ganan muy poco para pagar incluso los intereses de su deuda. Apenas existían en EU hace 20 años, pero representaban 6% de las empresas que cotizaban en bolsa en 2010 y casi 20% el año pasado.
El gobierno federal y las corporaciones están ahora tan endeudados que es difícil imaginar cómo pueden impulsar aún más la economía. En 2010, EU le debía al resto del mundo 2.5 billones de dólares, una suma equivalente al 17% del PIB de EU. A principios del año pasado, esos pasivos habían aumentado a 10 billones de dólares y más de 50% del PIB, un umbral que a menudo en el pasado ha desencadenado crisis monetarias. Actualmente son 14 billones de dólares y 67% del PIB.
Nada de esto significa que los que creen que EU está en declive, tan equivocados en la década de 2010, finalmente tendrán razón. La creciente participación de China en la economía mundial se produjo en gran medida a expensas de Europa y Japón. Los que creen en el declive estadounidense, aún convencidos de que China pronto superará a EU, pasan por alto el hecho de que China también tiene enormes problemas de deuda.
Lo más probable es que EU tenga una década mediocre, agobiado por los excesos de su reciente auge. En comparación con otros mercados, las acciones estadounidenses se encuentran en un pico de 100 años. Las valoraciones tan altas reflejan el nuevo optimismo: después de una década de éxito inesperado de EU, muchos analistas ahora esperan más de lo mismo. Por desgracia, esto puede ser lo mejor que hay para ellos.
ÉL DICE “LOS PRONÓSTICOS DE OTRO AUMENTO REPENTINO DE EU SE BASAN EN PARTE EN LA FE EN QUE PODRÁ SEGUIR AMPLIANDO SU LIDERAZGO EN TECNOLOGÍA”
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