La inflación en México está llegando a niveles preocupantes
Los mexicanos deben sentir que el gobierno logrará controlar la inflación, para evitar que las expectativas se deterioren y alimenten escenarios negativos.
Llevamos muchos años manteniendo estabilidad financiera, se podría decir que después de la crisis de 1994 y a partir de los cambios que se hicieron, el país ha logrado mantener en equilibrio las finanzas públicas. Es de resaltar que durante la crisis financiera de 2008, nuestro país salió bastante bien librado, las razones fueron muchas: en un primer lugar se implementó un tipo de cambio flotante, mediante el cual Banxico ya no tiene la obligación de surtir los dólares que demanda la economía; el que fija el precio de nuestra moneda con respecto al dólar es el mercado. Banxico ha podido construir reservas importantes que garantizan nuestras obligaciones con el exterior. Paralelamente, no se puede negar el éxito del anterior Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), ahora T-MEC; gracias a estos acuerdos, México se convirtió en una potencia exportadora de manufacturas, permitiendo al país incrementar las divisas que se requieren para financiar a una economía en crecimiento.
Las cifras de comercio exterior que tenemos nos permiten crecer las importaciones de maquinaria, equipo y bienes intermedios sin necesidad de generar déficits abultados, esencial para la estabilidad financiera; además el T-MEC nos permite seguir siendo atractivos para captar Inversión Extranjera Directa (IED). Vale la pena decir que podríamos generar mucho más IED si dejamos de tratar de hacer cambios, por temas ideológicos, a las reglas establecidas; pero aun así, hemos recibido alrededor de 28,000 millones de dólares (mdd) en el primer semestre de 2022.
Además, las remesas de 2022 podrán superar los 50,000 mdd; pues bien, toda esta estabilidad se puede ir al caño si la inflación se sale de control. Es muy importante que la gente sienta que vamos a lograr controlar la inflación para evitar que las expectativas se deterioren y alimenten escenarios negativos. Los sueldos son clave en este proceso, deben fijarse, reconociendo que el fenómeno inflacionario va a la baja; pero todo esto tiene que ir acompañado de políticas gubernamentales que apoyen el crecimiento de la inversión. Es necesario que los precios de bienes y tarifas del sector público no crezcan y que de verdad se imponga una austeridad inteligente que recorte los gastos no necesarios, las cantidades de recursos destinadas a gasto social deben revisarse y en muchos casos eliminarse. Salvo el programa de ayuda a adultos mayores, los demás no han dado los resultados, igualmente en el gasto de inversión se debería aceptar que los proyectos son muy poco rentables.
El mantener vivo a un elefante blanco como Pemex, resulta ser altamente inflacionario; esta paraestatal debería de redimensionarse para lograr ser productiva, y ni qué decir de la CFE, que también tiene problemas. La inflación incrementará el costo de financiamiento de la deuda pública externa e interna, porque las tasas de interés están subiendo, y los refinanciamientos se tendrán que hacer a las nuevas tasas. Hoy el gobierno debe de buscar no tener déficit fiscal.
La inflación es como un impuesto, pero tiene el agravante de que los más necesitados son los más afectados; los asalariados no tienen la oportunidad de revisar sus sueldos, en épocas inflacionarias su poder de compra se reduce mucho.
Lo dije en una columna: Se requiere de un pacto nacional de todos los sectores, donde fuera de ideologías nos comprometamos a bajar la inflación. Juntos lo podemos lograr, pero el gobierno debe ser factor de unión y no de enfrentamiento, en este pacto todos deberíamos de actuar como mexicanos, todos somos iguales, ¡si la inflación nos gana todos perdemos!