Un papel protagónico
Las voces sintéticas tal vez no son tan buenas, pero amenazan el trabajo de los artistas.
Solíamos pensar que la Inteligencia Artificial (IA) iría primero por los contadores. Parecía suponer que la IA transformaría o incluso eliminaría puestos de trabajo en sectores como la contabilidad y los seguros, mientras que los trabajos relacionados con la creatividad quedarían intactos. Pero esta teoría parece cada día más endeble. Un grupo de trabajadores empieza a preocuparse por la IA, son los actores y artistas del espectáculo.
En una encuesta de Equity, el sindicato británico de actores ytrabajadores de las artes escénicas encontró que 65% de los miembros pensaba que la IA representaba una amenaza para las oportunidades de empleo, porcentaje que se eleva a 93% de los artistas de audio. No se trata solo de un temor impreciso sobre el futuro: más de un tercio de los afiliados ha podido ver ofertas de trabajo para empleos relacionados con la IA y casi una quinta parte ha realizado alguna de estas tareas.
Una serie de startups de IA están desarrollando herramientas para utilizarlas en cine y audio, desde hacer que los actores parezcan y suenen más jóvenes hasta crear voces de IA que puedan utilizarse para campañas de mercadotecnia o incluso para narrar audiolibros. El audio es un medio tan popular ahora que las empresas necesitan mucho, pero los actores humanos son caros y no son tan flexibles como una voz de IA, a la que se le puede hacer que diga cualquier cosa solo al apretar un botón. Estas empresas suelen contratar a actores para que proporcionen horas de audio que luego se pueden convertir en una voz por encargo. No son tan buenas como las de los humanos, pero no necesitan serlo.
A los actores de voz también les preocupan sus derechos cuando ayudan a crear personajes de Inteligencia Artificial. Los sindicatos intentan llegar a acuerdos con las compañías de tecnología para que den a los artistas intérpretes regalías cuando se utilice su voz o imagen, así como el derecho a aprobar su uso en cada nuevo escenario.
La lección más general para el mundo del trabajo es que la IA no tiene que ser “tan buena como los humanos” para empezar a disrumpir las cosas para los trabajadores comunes. En Hollywood, como en toda la economía, las superestrellas estarán bien, pero todos los demás
Ante el riesgo de una crisis alimentaria provocada por sequías y conflictos internacionales, México necesita reducir su dependencia de las importaciones de granos para cubrir la demanda de su población, señala el director del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Luis Fernando Haro.
Si realmente se pretende aumentar la productividad, agrega, es necesaria una política enfocada en apoyar a la producción a toda escala, desde los micro hasta los grandes productores. Según datos del CNA, 2021 cerró con un superávit en la balanza comercial agroalimentaria superior a 7,000 millones de dólares (mdd), con exportaciones totales por más de 45,000 mdd. Sin embargo, en muchos productos, dependemos demasiado del exterior para abastecer la demanda de alimentos.
¿Cómo apoya el CNA a los productores para sortear la inflación?
Es un tema muy preocupante por lo que implica para la población mexicana, porque podemos dejar de comprar algunos bienes o productos, pero los alimentos los tenemos que seguir consumiendo.
En el CNA trabajamos de la mano con las industrias y nuestros productores en busca de eficientar la producción de alimentos. Por ejemplo, en el caso de los fertilizantes, que son básicos, hubo incrementos de casi 200%, y eso influye en los precios finales de los alimentos. Hoy tenemos un grupo de trabajo con el gobierno para ver el tema de los 24 productos que se definieron en la canasta básica, y tratar de controlar la inflación y la carestía de los alimentos. Hay compromisos de algunas agroindustrias de tratar de mantener los precios.
¿Cómo apoya CNA a los consumidores?
Tomamos varias medidas entre el sector privado y el público. Una de ellas es mantener el precio de los combustibles, que cuesta más de 300,000 millones de pesos (mdp). Se estima que si la inflación hoy está en 8.15%, solo por el tema de los combustibles podría superar 10% y el impacto sería mayor en todas las cadenas productivas.
Nosotros lo que podemos hacer por el consumidor es tratar de incrementar la oferproducción.