Promesas no cumplidas
México es un país de oportunidades, pero requiere de inversión para crecer y reducir la pobreza.
Es preocupante que esta administración no haya cumplido con muchas promesas y objetivos que fueron parte de lo que ofreció en la campaña antes de tomar el poder. Trataré de concentrarme en el tema que me parece más importante: REDUCCIÓN DE LA POBREZA. La realidad es que hoy tenemos más gente en pobreza que al principio de la administración, es cierto que en estos cuatro años tuvimos que enfrentar una pandemia que causó muchos estragos en la población, muchas muertes y problemas de salud, se perdieron bastantes empleos y cerraron una gran cantidad de empresas, especialmente las más pequeñas que no pudieron hacer frente al grave problema.
También es cierto que el Gobierno no implementó programas de apoyo o ayuda a empresas e individuos, simplemente se cruzó de brazos; pero eso no fue lo peor, lo más triste es que tampoco este Gobierno estableció políticas públicas de aliento a la inversión privada. Desde el inicio del 2019 se montó un ataque sistemático en contra de las empresas privadas, lo cual nos llevó a que este sector mantenga los niveles de inversión estancados.
Decisiones como la cancelación del Aeropuerto de Texcoco fueron graves errores, que además vinieron con agravios a muchos empresarios, todos sabemos que la decisión fue del presidente y nada más, pero según se dijo el pretexto es que la construcción del Aeropuerto estaba en medio de una gran corrupción, misma que nunca se documentó ni se probó, al grado de que todos los inversionistas privados que participaron en la magna obra, como constructores o fondeadores a través de las emisiones de bonos, recibieron su dinero íntegramente. Ese proyecto nada más canceló la creación de 400,000 empleos directos y otros tantos indirectos, además impidió generar un polo de desarrollo en una de las áreas geográficas más pobres de la Ciudad de México y zona conurbada de la capital del país.
Por supuesto que, con este tipo de decisiones, cómo va a disminuir la pobreza, este Gobierno no acepta que para que un país crezca requiere de inversión. Como no se ha logrado crecer, la administración renunció a aceptar lo anterior y ha dicho que lo importante no es el crecimiento sino el desarrollo, pero a alguien se le olvidó decirle al presidente, que no puede haber desarrollo sin crecimiento. Gran parte de los problemas que tenemos con el estancamiento de la inversión privada son, el tratar de aplicar una ideología de izquierda radical a políticas económicas que solo deberían de buscar el crecimiento de oportunidades a través de la creación de empleos bien remunerados; eso únicamente se logra invirtiendo, esta administración ha sido muy hostil con los empresarios nacionales y extranjeros.
También está el caso de la cancelación de la Cervecería en Mexicali y las agresiones de corrientes sindicales gobiernistas a maquiladoras en la frontera, especialmente en Tamaulipas; y ni qué decir de los innumerables intentos por modificar la Constitución, o poner obstáculos a las empresas privada, para beneficiar a las paraestatales: Pemex y CFE. Así cómo vamos a generar empleos, así cómo vamos a disminuir los niveles de pobreza en el país.
Hay muchas cosas que se pueden hacer, México es un país de oportunidades, estamos perdiendo el tiempo tratando de destruir a las instituciones para implantar un régimen centralista que ya probó su ineficacia en el pasado. Pemex y CFE jamás serán palanca de desarrollo para México, ojalá y se entienda que no somos una potencia petrolera y quizá nunca lo seamos; pero no seamos miopes, existen muchas actividades con futuros muy prometedores. Qué vergüenza haber fallado en el primer objetivo que se tenía hace 4 años: REDUCIR LA POBREZA.