Un trato en pausa
Las fusiones y adquisiciones son más difíciles a medida que se cierra la era del dinero gratis.
Las asesorías en materia de fusiones y adquisiciones son un negocio intrínsecamente cíclico. Cuando la economía es fuerte, los acuerdos y los ingresos que conllevan aumentan. En periodos de contracción, las empresas realizan menos tratos.
Sin embargo, el entorno económico actual es desconcertante para la mayoría de los directores ejecutivos estadounidenses. El crecimiento es sólido, el déficit comercial se reduce, el desempleo es bajo y los salarios siguen en aumento. Sin embargo, los riesgos de recesión se ciernen mientras los bancos centrales del mundo tratan de controlar la inflación con tasas de interés más altas.
Todo esto hace que realizar acuerdos sea más difícil de lo habitual. Hasta ahora, la actividad general cayó 33% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos de Refinitiv. La caída es aún mayor en EU, donde el frenesí en torno a los vehículos de inversión de compañías de cheques en blanco, conocidos como SPACS, se evaporó.
Entonces, ¿qué explica el aumento de grandes acuerdos en EU? En las últimas semanas, Kroger acordó la compra de su rival Albertsons por 24,600 mdd; Johnson & Johnson alcanzó un acuerdo para adquirir Abiomed por 16,600 mdd; Blackstone compró una participación mayoritaria de Emerson Electric en una operación que le da una valoración a la compañía de 14,000 mdd.
A primera vista, parece que el negocio de las adquisiciones estadounidenses está resurgiendo a pesar de las incertidumbres. Sin embargo, la realidad es más complicada. El entorno le da a las empresas con un balance sólido la ventaja para atacar con audacia, mientras que otras se ven obligadas a quedarse quietas.
Los reguladores antimonopolio de Joe Biden dejaron en claro que se van a oponer a los grandes acuerdos en el sector de tecnología. La adquisición de Activision por parte de Microsoft, por valor de 75,000 mdd, por ejemplo, todavía está retenida por los reguladores mundiales a pesar de que se llegó a un acuerdo en enero. La realización de acuerdos no está muerta. Pero dado que el grifo del dinero gratuito que fluyó en la era de las bajas tasas de interés se cerró, las personas que generan negocios tendrán que ser mucho más creativos de lo habitual para ganar los enormes honorarios vinculados a su trabajo de asesoría.