Son vergonzosos los ataques a la SCJN
México necesita ministros con calidad ética y profesional para defender el Estado de Derecho del país.
Una de las cosas que más me ha molestado de esta administración, es haber roto la promesa de mantener la autonomía y respetar a los tres poderes; más aún, tratándose del Poder Judicial que existe y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), instituciones que existen para defender a nuestra Constitución —de la cual emanan las principales leyes que norman la vida de este país—. El presidente, al atacar a la SCJN también ataca a la propia Constitución, baste con recordar su dicho de: “no me vengan con que la ley es la ley”, igualmente en otra ocasión dijo que él está por encima de la ley; con esas actitudes, claramente se da uno cuenta de que no es respetuoso ni de la SCJN ni de la Constitución, y mucho menos de las leyes que de ella emanan.
Ahora las cosas se ponen peor, cuando el exministro y expresidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldivar, se enfurece porque se le da entrada a una denuncia anónima sobre su quehacer cuando ocupó sus cargos en la SCJN; así mismo se le olvida a Zaldívar que él mismo le dio entrada a más de 280 denuncias anónimas durante su gestión, por qué no mejor en lugar de pedir un castigo absurdo para la hoy ministra presidente de la SCJN se defiende con base a derecho, y no tratando de vencer por la fuerza política, que hoy tiene como empleado de la candidata presidencial y de Morena, que por lo visto, ahora ya es su partido.
Una de las cosas que más lastiman todas las actividades de los mexicanos, es la falta de Estado de Derecho, la población está indefensa siempre, por eso en lugar de atacar a instituciones como la SCJN, lo que se debería de hacer es apoyarla y reforzarla, asegurar que los ministros tengan la calidad ética y profesional que corresponde a su cargo, no como ha sucedido últimamente, donde hay dos ministras que dan vergüenza: la primera porque quedó muy claro que plagió su tesis profesional, y por lo tanto, no debería de estar ahí; la segunda, que es la hermana del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, porque ha demostrado que no tiene la mínima preparación necesaria para realizar su labor, estos dos personajes desprestigian a la Institución.
Tristemente, el presidente ha incumplido muchas promesas, dijo que respetaría la SCJN y que defendería la Constitución, mismo que no ha hecho; igualmente comentó que tendríamos un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, hoy ese dicho parece una burla, ya que nuestro sistema de salud está francamente mucho peor que al inicio de esta administración. Ha reiterado en innumerables ocasiones que habría suficiente abasto de medicina, y eso no sucede; la super farmacia ha sido un fracaso, el INSABI fue un tiradero de recursos; el Seguro Popular no era perfecto pero era algo, y ahora, no hay nada. También dijo que no talaría ningún árbol con la construcción del Tren Maya y ya lleva no sé cuántos millones de árboles derribados; el legado de la 4T, al final, será un costal de mentiras.
Pero, realmente quiero cerrar este artículo diciendo lo que mencioné al principio, si no tenemos un Estado de Derecho bien cimentado —donde se respeten las leyes—, va a ser muy difícil, si no es que imposible, construir una nación como la que muchos tenemos soñada.