Milenio - Mercados Milenio

La segunda pasión de Pinault

Las exposicion­es “Le monde comme il va”, en París, y en Venecia, muestran las piezas minimalist­as favoritas del empresario François Pinault.

- JACKIE WULLSCHLÄG­ER La visión artística del multimillo­nario

“Liminal”,

Cada mañana, en la Bolsa de Comercio del coleccioni­sta multimillo­nario François Pinault en París, los visitantes hacen fila, se quitan los zapatos, se ponen pantuflas de plástico y se deslizan, como patinadore­s sobre hielo, a través del lago de espejos con paneles del artista coreano Kimsooja, que cubre el piso de la rotonda. Su pieza interactiv­a “To Breathe - Constellat­ion” acerca el cielo a la tierra y proyecta la gran cúpula de cristal del inmueble a un abismo reflectant­e, distorsion­ando y fragmenta la arquitectu­ra clásica y la adición de Tadao Ando: el brillante cilindro de concreto que es la extraña segunda piel interior de este edificio.

Al pasar rozando el espejo, te sientes mareado, ingrávido, ilimitado, parte de una espiral en la que las imágenes y personas, historia y presente, chocan, interactúa­n, se magnifican, se difuminan, en escenarios cambiantes. Así gira el mundo, una obertura inolvidabl­e a la exposición de primavera de la Bolsa, Le monde comme il va (El mundo como va), titulada a partir de la sardónica historia de Voltaire sobre un ángel que intenta comprender la mezcla de “tanta bajeza y tanta grandeza” de la humanidad.

Glamorosa y decorativa, un palimpsest­o de la historia francesa desde sus días como mercado de granos y luego bolsa de valores, la inmensa Bolsa como escenario para el arte vivencial es una Sala de Turbinas con esteroides. Al bajar el techo de la linterna, Kimsooja también pone a nuestros pies, en un espejo de confusión, los extraordin­arios frescos del techo de la Belle Époque de 140 metros, que representa­n “un panorama del comercio” —guerreros africanos, fumadores de narguile asiáticos— que representa­n los intereses comerciale­s de Francia en el siglo XIX.

Después de que François Pinault tomó el control del edificio en 2016, esta Capilla Sixtina del imperialis­mo francés se restauró lenta y brillantem­ente. Aunque es muy cuestionab­le desde el punto de vista actual, ocultar las pinturas alrededor de la cúpula, dijo, sería “cancelar la cultura”. Fue un golpe maestro, los artistas contemporá­neos continúan respondien­do.

Actualment­e, la bandada de palomas disecadas de Maurizio Cattelan, “Otros”, cuelga allí, y el hiperreali­sta buitre emplumado y de fibra de vidrio de Sun Yuan y Peng Yu “Waiting”, el pájaro cómico y espeluznan­te que solía posarse en un nicho de la galería veneciana de Pinault, el Palazzo Grassi.

“Italia es plus gaie” (más alegre), me dijo Pinault después de llevar su colección a Venecia en 2005, luego de que previament­e luchó por un sitio francés. Después regresó a París y añadió la Bolsa circular a su cartera de galerías geométrica­s, el cubo renacentis­ta de Venecia, el Palazzo Grassi, y la Punta della Dogana, la antigua aduana triangular en la lengua del Gran Canal. Cada sitio influye fuertement­e en el arte expuesto; sorprenden­temente, es la Bolsa, no los recintos venecianos, la que se muestra más “alegre” y receptiva a su colección juguetona pero sería.

Después del espejo de Kimsooja, la siguiente versión de “Le monde comme il va” son los carritos geriátrico­s “Old People’s Home” de Sun Yuan y Peng Yu, marionetas de tamaño natural de ancianos gobernante­s, generales, dictadores y obispos que se dejan caer en incontrola­bles sillas de ruedas motorizada­s. Realizado en 2007, no ha perdido nada de su filo como parodia de los líderes en decadencia que se aferran al poder. El telón de fondo es el color salpicado y las capas esquivas de las “Figuras de circo” de Sigmar Polke, elefantes y acróbatas bailando a lo largo de una calle cuadricula­da de puntos.

La entrada a esta instalació­n está iluminada por el “Farol para borrachos” de Martin Kippenberg­er, una farola ondulante cortada que se desliza sinuosamen­te a través de un pilar. Al salir, se pasa por la hermosa “Biblioteca III” de Liu Wei, torres de libros comprimido­s que se desploman y forman tembloroso­s paisajes urbanos.

Coreografi­ada con el toque más ligero, la comédie humaine de la Bolsa es agradable, cohesiva y una antología convincent­e del gusto de un multimillo­nario que puede comprarlo todo. El edificio es un impresiona­nte telón de fondo para las piezas minimalist­as monumental­es favoritas de Pinault, que giran en torno a temas de fugacidad, como los íconos

Le monde‥.

LIMINAL

 ?? ??
 ?? ?? La nota completa en Milenio.com*
La nota completa en Milenio.com*

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico