Trump exhorta en Riad a aislar a Irán
El líder de EU acusa a Teherán de “alimentar los conflictos y el terrorismo”
El presidente estadunidense Donald Trump llamó ayer en Riad a aislar a Irán, a cuyo gobierno acusó de alimentar “los incendios de los conflictos sectarios y del terrorismo”, para gozo de las monarquías sunitas del Golfo Arábigo, entre ellas Arabia Saudita, que temen la influencia de su gran rival chiita.
En un discurso muy esperado en la capital saudita, Trump denunció a un país responsable, según él, de la “inestabilidad en la región”. “Hasta que el régimen iraní se muestre dispuesto a ser un socio a favor de la paz, todas las naciones (...) deben trabajar juntas para aislarlo”, declaró.
Unos minutos antes, su anfitrión, el rey Salmán del reino sunita de Arabia Saudita, había calificado a Irán de “punta de lanza del terrorismo mundial”. Teherán “apoya a los grupos y los movimientos terroristas como (el chiita libanés) Hezbolá, los hutíes (rebeldes chiitas de Yemen), Dáesh (acrónimo árabe del grupo Estado Islámico, sunita), Al Qaeda (sunita) y otros”, añadió Salmán.
El canciller iraní, Mohamed Javad Zarif, respondió a esas declaraciones en Twitter. “Irán, que acaba de celebrar verdaderas elecciones, recibe ataques del presidente de EU en ese bastión de la democracia y la moderación”, dijo el canciller, aludiendo irónicamente a Arabia Saudita.
“¿Se trata de política extranjera o de sacarle 480 mil millones de dólares” al rey Salmán?, se preguntó Zarif, luego de que Washington y Riad firmaran importantes contratos militares este fin de semana.
Trump instó en Riad a los países musulmanes a luchar con determinación contra “el extremismo islamista”, y calificó la lucha contra el terrorismo como una batalla entre “el bien y el mal”. Dijo ser portador de un mensaje de “amistad, esperanza y amor”, en claro contraste con la retórica de su campaña para las presidenciales, en la que llegó a afirmar que el islam odiaba a EU.
Ante los representantes de unos 55 países musulmanes, Trump, cuyo país combate desde 2014 al grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, insistió en la necesidad de que los países del Golfo Arábigo y Oriente Medio desempeñen un papel más activo en la lucha antiterrorista, asegurando que llegó la hora de “afrontar verdaderamente la crisis del extremismo islamista”. La expresión es notablemente diferente del “terrorismo islámico radical”, usada por Trump durante su campaña y que causaba recelo en el mundo musulmán. Para Trump, la lucha contra el extremismo islamista no es una “batalla entre religiones”, sino “una batalla entre criminales bárbaros que intentan aniquilar la vida humana y gente decente de todas las religiones que intenta protegerla. Es una batalla entre el bien y el mal”, dijo, aludiendo al viejo “eje del mal” del también republicano George W. Bush, que en 2002 ubicó a Irán, Siria y Norcorea como los principales enemigos de EU.
Trump exhortó a los países musulmanes a no ser un “santuario de los terroristas” y a “expulsarlos” de sus comunidades y sus lugares de culto, y recordó que “95%” de los afectados por el extremismo son musulmanes.
Trump estará este lunes en Israel y el martes en Cisjordania, para viajar luego al Vaticano, Bélgica e Italia, donde asistirá a las cumbres de la OTAN y del Grupo de los 7 (G7).