Milenio Monterrey

El campeón que salió de los orinales

- •José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo josefgq@gmail.com

Los mundiales de natación y atletismo en Budapest y Londres son una seria advertenci­a para Tokio: los Juegos del 2020 necesitan un puñado de figuras que detengan la caída de las audiencias y el interés en el movimiento olímpico ante el enorme vacío que dejaron Michael Phelps y Usain Bolt. El retiro definitivo del nadador no ha sido tan dramático como el del corredor. Hay cierta confianza en que desde las piscinas estadunide­nses, alemanas, británicas y australian­as, emerjan las estrellas que buscan los comités. La natación no tiene un panorama tan oscuro como el del atletismo. Aunque la distancia histórica entre Phelps y Bolt podrá explicarse con la dificultad que enfrentará el tiempo para nombrarle un sustituto a cada uno: mientras a Phelps ya le ha crecido una pequeña sombra en la espalda llamada Caeleb Dressel, a Bolt no hay forma de encontrarl­e un “relevo vivo”, en miles de kilómetros a su alrededor. No ha nacido el ser humano que pueda romper sus marcas. La carrera de los 100 metros planos corrida el sábado confirmó esa demoledora conclusión: el hombre que venció a Bolt en su última prueba individual, ha competido bajo sospecha durante toda su carrera. Justin Gatlin, de 35 años, tibias marcas, y un destacado historial en los orinales de los estadios, es lo mejor que puede ofrecernos la velocidad. Tokio 2020 tendrá que mirar hacia a otro lado durante las pruebas de pista y campo, si pretende cautivar a un buen pedazo de nuevas generacion­es de aficionado­s y patrocinad­ores que están abandonand­o el olimpismo tradiciona­l, mudándose a los videojuego­s que promueven los e-sports. El COI y sus dos mayúsculas federacion­es, la FINA y la IAAF, tienen un grave problema de liquidez: están perdiendo practicant­es y seguidores.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico