SE DAN SU TACO.
Los sampetrinos disfrutaron ayer del Taco Fest, que organiza el municipio en coordinación con negocios del giro gastronómico; parte de las ganancias será para remodelar la plaza Fátima.
ace unos días el comiquero y periodista especializado en cómics Jorge Flores-Oliver, conocido como Blumpi, anunció en su portal de Facebook la aparición de una entrevista al mítico Robert Crumb –la primera que concede a un periodista mexicano–, que aparece en dos partes en este diario: la primera el domingo 5 de noviembre y la segunda el lunes 6. Unos días después aparecerá una versión más extensa en inglés y en español en una conocida revista cultural mexicana.
¿Quién es Blumpi? En los años noventa circulaba entre unas pocas manos chilangas un fanzín que llevaba por extraño título Blumpi y por intimidante subtítulo
Asociación Brutal Mexicana. En sus escasas páginas había ilustraciones de varios artistas, estrambóticas, grotescas y muy bien dibujadas. Al poco tiempo conocí al director de esa publicación tan estridente como atractiva. Pensé que me encontraría con un tipo malencarado, un post-punk nihilista que mascaría clavos y los escupiría contra la pared mientras me veía con desprecio. No otra cosa me habían sugerido esas imágenes y esa misteriosa y brutal asociación. El compilador de tan atroces trazos resultó ser una finísima persona, y lo digo sin la menor ironía. Jorge Flores-Oliver demostraba con esa modesta gaceta su enorme pasión por uno de sus oficios preferidos: la gráfica.
Con el tiempo Jorge –que también firmaba como Blumpi sus propios trabajos– se convirtió en uno de los principales colaboradores de Replicante, la revista que fundamos Roberta Garza y yo en 2004. Blumpi se encarga desde entonces de la columna Literatura gráfica, en la que ha dado cuenta de decenas de libros y cómics mexicanos y extranjeros, clásicos, novedades y aun de productos advenedizos o impostados. Un corpus de información y análisis sobre un vasto universo en expansión que es, para decirlo pronto, fascinante.
Nacido en la Ciudad de México en 1978, Flores-Oliver ha desplegado generosamente esa pasión y sus conocimientos en las páginas de otras revistas y en suplementos culturales, aunque muchas otras publicaciones desdeñan el cómic y esa clase de “literatura barata” en sus mal llamadas secciones de cultura. Por eso en su momento celebré con recocijo la aparición de su primer libro, Apuntes
sobre literatura barata, en el Fondo Editorial Tierra Adentro (2012), un volumen de apretadas 132 páginas en las que se revisa con la pasión crítica que tanto ponderaba Paz la historia de los diversos géneros que componen el diversificado mundo del también llamado arte secuencial. Las tiras cómicas, los comicbooks, la novela gráfica, la literatura visual, para todos los públicos de una gran parte del planeta y su avasalladora influencia en la cultura popular.
O deberíamos decir las historias, pues, como escribe Flores-Oliver: “Dependiendo de su nacionalidad e ideología, cada autor decretará la fecha de nacimiento del medio, pero también reconocerá que existen diferencias entre esas formas antiguas y la forma moderna del cómic. La primera es la combinación de imagen con texto”. Así, en los jeroglíficos, códices y pictogramas tendríamos los orígenes más remotos de un género que ha producido obras de extraordinaria calidad plástica y literaria, además de una influencia notable en millones de lectores. Véase, a manera de ejemplo, el fenómeno de las historietas de Rius, primero con LosSupermachos y luego con LosAgachados, que son responsables de la formación ideológica de cientos de miles de mexicanos, o la manera en que el cómic ha permeado a otros medios, como la pintura, la televisión y el cine. Muy posiblemente el cómic ha creado más personajes célebres y entrañables que ningún otro medio, de Daniel el Travieso a Mafalda, de Snoopy a Superman, de Betty Boop a la Pequeña Lulú, por nombrar tan solo unos pocos entre los más populares, pero sin olvidar las grandes creaciones de artistas como Robert Crumb, Art Spiegelman, Alan Moore o los perversos inventores del manga. Todo esto, y más, en ese indispensable libro de Blumpi. M