FAKES NEWS, CLAVES EN ELECCIONES
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Múltiples fakenews, memes y una intensa guerra sucia son algunos de los conceptos que podrían caracterizar la época de campañas electorales de 2018 en las redes sociales.
Especialistas en comunicación política y nuevas tecnologías afirman que la difusión de esta clase de contenidos no aportarán nada al debate político, pues apelan a las emociones y no al raciocinio; sin embargo, podrían ser factor clave en los resultados de los comicios.
Manuel Yarto, catedrático de la Universidad Regiomontana (U-ERRE), señala que las redes sociales quedarán como un campo debatalla totalmente libre para los contrincantes, ya que la Ley Electoral no contempla regulación alguna en ese sentido. “Vamos a reírnos mucho, pero no nos va a ayudar a razonar bien nuestro voto. Las nuevas tecnologías no están haciendo un aporte significativo a la democracia mexicana”, expresa.
Estas plataformas virtuales han tenido gran influencia en los dos últimos procesos electorales, principalmente en el de 2015 a nivel local.
Y según manifiesta Claudia Lerma, experta y catedrática del Tec de Monterrey, el impacto aumentará debido a que la cantidad de usuarios se incrementa conforme pasa el tiempo, y a que las distintas redes cada vez se perfeccionan y especializan más hacia un público determinado.
Estrategias de doblefilo
Para lograr ser conocidos por sus potenciales votantes, los políticos utilizan la estrategia conocida en mercadotecnia como “posicionamiento de marca”. El objetivo es que el producto –en este caso, un candidato– permanezca presente y expuesto de manera constante ante el público meta, apunta Arturo González, director de Posgrado en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL.
Con esa finalidad algunos recurren a diferentes tácticas, que van desde crear o compartir contenidos de trending topics, hasta burlarse de sí mismos para convertirse en memes. González opina que aunque esta última opción puede ser efectiva para ser reconocido por los usuarios, el hecho de intentar ser un personaje cómico le resta seriedad a las aspiraciones políticas. “Los usuarios, y sobre todo los millennials, podrán decir: ‘lo conozco porque lo vi en el meme’, pero dudo que realmente piensen: ‘voy a votar por él’. Ellos no son tontos”, resalta. Las páginas alternas son otra manera de promover la imagen de un aspirante. Es decir, aclara el catedrático, las fanpages de crítica o humor que en teoría no son manejadas por políticos, pero finalmente persiguen el objetivo de posicionar a un candidato con mensajes positivos... o negativos.
Y para llevar la credibilidad a otro nivel, en sus páginas oficiales los políticos, al igual que figuras públicas en general, suelen recurrir a inflar su número de seguidores, lo cual les resulta relativamente barato.
Juan Quaglia, consultor de redes sociales, comenta que existe un fenómeno psicológico llamado ‘prueba social’, en el que los usuarios perciben de forma diferente un mensaje emitido por una persona que tiene 10 fans, al de otra que tiene 100 mil, por ejemplo. “La gente está más predispuesta a aceptar un mensaje o contenido si otras personas ya lo han aceptado. De la misma manera, los usuarios de las redes sociales están más predispuestos a seguir e interactuar con cuentas que tienen más seguidores”, revela.
Ignorancia y miedo
La mayoría de los aspirantes a cargos públicos en México –y de la clase política en general– tiene un gran desconocimiento del uso de las redes sociales, dice Yarto. Además, por temor muchos evitan darle un uso político a las nuevas tecnologías y evaden los debates, pues únicamente se busca la aprobación inmediata de los seguidores, sin que eso en realidad pueda traducirse en un voto a favor en las urnas.
Según el profesor especialista de la U-ERRE, la tendencia es apostar más a Facebook, ya que la única intención es hacerse visibles y no generar discusiones, como suele suceder en Twitter. “No pretenden generar ningún diálogo político, lo único que quieren es que la gente diga: ‘qué lindo’. “Twitter es una herramienta para intercambiar y discutir ideas. Eso a los políticos no les interesa en absoluto, pues solo quieren visibilizarse y por eso usan más el Facebook”, explica.
Por otra parte, Julio César Leal, maestro en Comunicación e Imagen por la UANL, indica que dentro de la ignorancia, uno de los errores que cometen los aspirantes es adoptar el papel de un personaje totalmente ajeno a su esencia real, lo cual resulta incongruente y perceptible para el público, sobre todo en el mundo virtual. “A veces fingen ser un personaje que no son, y eso se nota, más en la red”.
No pretenden generar ningún diálogo político, lo único que quieren es que digan ‘qué lindo’” Manuel Yarto CATEDRÁTICO DE LA U-ERRE