Paolo Giordano, de la fisica a la literatura
on la inauguración ayer de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, sin importar en dónde estemos, tendremos nuestra atención en la literatura. Por ello, quiero compartir una plática que sostuve el pasado septiembre con el escritor italiano Paolo Giordano, quien saltó a la fama en 2008 con la publicación de su primera novela: La soledadde
losnúmeros primos. Con apenas 26 años, Paolo Giordano obtuvo los premios Campiello —a la mejor ópera prima—, el Fiesole —de narrativa de autores menores de 40— y, por último, el máximo galardón de la literatura en italiano, el Strega, convirtiéndose en el escritor más joven que ha recibido este gran reconocimiento literario (otros que lo han recibido son Cesare Pavese, Giuseppe Tomasi di Lampedusa o Umberto Eco).
Graduado en Física por la Universidad de Turín, obtuvo una beca para realizar un doctorado en física de las partículas. Paolo narra que su paso de la física a la literatura fue paulatino: “Cuando empecé a escribir, pensé que sería un físico el resto de mi vida. Y estaba contento con ello. Estaba haciendo mi doctorado y ese fue el tiempo en el que empecé a escribir La soledaddelosnúme
rosprimos. Durante un par de años seguí con la idea de la física, haciendo las dos cosas. Fue una locura. Creo que perdí años de mi vida cuando pienso en ese periodo. Considero que fueron los eventos externos que me empujaron en una dirección. En un cierto momento todo lo relacionado con el libro se volvió tan grande e importante que tenía que dejar algo y entonces abandoné la física. Ahora que lo veo, comprendo que esa decisión fue acertada porque me siento mucho mejor como escritor, haciendo este trabajo”.
El éxito a tan corta edad puede ser complicado. Paolo comentó sonriendo que pone tu vida de cabeza. “Algunas cosas son para bien, otras no son tan buenas y tienes que ajustarte. Ahora que han pasado algunos años veo que lo que en realidad cambió es que puedo dedicarme a la escritura como un trabajo y eso es un gran privilegio. Es exactamente lo que quiero hacer; dedicar mi tiempo, mente y energía a escribir. No podría haberlo hecho sin ese libro, por ello estoy muy agradecido. Por otra parte, estaban pasando muchas cosas en un corto periodo y yo era demasiado joven para algunas de ellas. Era como estar apresurándome para ser apropiado. Durante mucho tiempo sentí que estaba presentando un examen todos los días. No era muy agradable”.
Si algo llama la atención del trabajo de Paolo Giordano es su capacidad para comprender los sentimientos humanos. Él considera que esta capacidad viene de su infancia. “Creo que esa etapa de mi vida por muchas razones me forzó a ser muy analítico. Si vemos la infancia como ese tiempo donde solo actúas y no piensas sobre la vida, para mí no fue algo así. Para mí fue de mucho pensamiento, análisis y de ser cuidadoso de lo que estaba a mi alrededor. Empecé a estudiar a las personas en esa etapa, cuando era muy pequeño. No, no es algo que yo vea como un privilegio o un logro, simplemente es algo que viví.
Paolo no tiene “supersticiones” para escribir, pero necesita estar solo, alejarse de todo durante varios días, sin compromiso alguno. También trata de caminar y dormir bastante. Ahora está terminando su más reciente novela. “Todavía me falta llegar al punto donde tengo que dejar de corregirla y trabajar en ella, pero la historia está casi completa. Normalmente cuando escribes una novela el tiempo que realmente disfrutas es bastante corto, porque en algún momento sientes que no tienes ideas y te atormentas. Cuando empiezas a escribir toma mucho tiempo tener la voz adecuada, la dirección correcta. Así que son tiempos difíciles. Después llega un periodo corto en que estás realmente sumergido en la novela. Para mí es la mejor parte de la escritura y, de cierta forma, no quieres que termine. Así que estoy un poco triste de que voy a finalizar la novela en algunos meses”.
No queremos arruinarle la fiesta a Paolo, pero sus lectores esperamos leerla pronto. Buen domingo a todos.