Toshiba evalúa una OPI para el negocio de chips
Opción en caso de que la venta acordada con Bain Capital por 18 mil mdd no obtenga la aprobación de reguladores antimonopolio
Toshiba considera una oferta pública inicial (OPI) de su negocio de chips de memoria en caso de que la venta que acordó con Bain Capital por 18 mil millones de dólares de la cotizada unidad no obtenga la aprobación de los reguladores antimonopolio a finales de marzo, dicen personas familiarizadas con los planes.
La propuesta de OPI, que algunos analistas y accionistas de Toshiba que hablaron con FinancialTimes favorecen sobre el acuerdo actual, se encuentra entre una serie de planes de contingencia y opciones que están en consideración de los altos ejecutivos del conglomerado en problemas, ya que siguen enfrentando la presión de los inversionistas y los bancos.
La venta del negocio de memorias a un consorcio encabezado por Bain, si se llega a completar, será el mayor acuerdo de capital privado en Japón y se firmó el año pasado como parte de los esfuerzos de emergencia para mejorar el balance de Toshiba.
Desde que se firmó, una serie de nuevos inversionistas de Toshiba, quienes entraron al registro de accionistas a través de una emisión de capital de 5 mil 400 millones de dólares en noviembre pasado, expresaron su preocupación de que la oferta de Bain infravalora la operación de chips. La emisión de acciones, que se produjo después de que se actualizó la condición de Toshiba en la Bolsa de Valores de Tokio, mejoró drásticamente las finanzas de la empresa, hasta el punto, argumentan algunos de sus accionistas, de que la empresa debería reconsiderar seriamente si está todavía en el mejor de sus intereses vender una de sus mayores fuentes de crecimiento.
Varias personas cercanas a Toshiba confirmaron que la propuesta de OPI se encuentra entre las alternativas que se presentaron a la alta dirección.
“Una OPI sería una mejor opción para Toshiba. Capturarían valor que le dieron a Bain. El acuerdo se hizo cuando la posición de negociación de Toshiba era débil, pero las circunstancias cambiaron ahora”, dijo Damian Thong, analista de Macquarie.
Las enormes amortizaciones de la operación nuclear de Toshiba en EU, que se dieron a conocer en diciembre de 2016, hundieron a la empresa en capital accionario negativo, una condición de la que tenían que salir a finales de marzo de 2018 para evitar que la Bolsa de Valores de Tokio la excluya. La crisis se profundizó por las limitaciones de recaudación de fondos que el mercado de valores de Tokio impuso a Toshiba después del escándalo de contabilidad falsa de la compañía en 2015.
La alta dirección de Toshiba, dicen persona que negociaron directamente con ellos durante la crisis, estaban “decididos” en su determinación de evitar una exclusión de la bolsa y sus mayores acreedores, que incluyen a Mizuho y Sumitomo Mitsui Financial Group, los obligaron a buscar una gran venta de sus activos.