Pese a pérdida de 200 mdd, Exxon abandona a Rosneft
Los acuerdos entre las firmas energéticas implicaban inversiones por mil 500 millones de dólares en proyectos en el Ártico, campos de esquisto en Siberia y de aguas profundas en el Mar Negro
ExxonMobil abandona la mayoría de las empresas conjuntas que creó con Rosneft, alejándose de una alianza que prometía grandes proyectos nuevos en áreas como el Ártico y el Mar Negro que alguna vez fueron importantes para las perspectivas de crecimiento pero que se vieron afectados por las sanciones que impuso Estados Unidos.
El grupo estadunidense de energía dijo en su presentación anual 10-K (reporte exhaustivo del rendimiento de la compañía) ante la Comisión de Bolsa y Valores de EU (SEC, por sus siglas en inglés) que decidió dar marcha atrás a sus empresas en 2017 y esperaba retirarse formalmente este año, dejando que el grupo petrolero ruso de control estatal trabaje solo.
Algunos de los acuerdos requerían a Exxon llevar a cabo las actividades de exploración para 2020-23, y la decisión de retirarse es una admisión implícita de que era poco probable que la empresa pudiera avanzar lo suficiente para cumplir con esos plazos.
Exxon dijo que la decisión de retirarse le costaría alrededor de 200 millones de dólares después de impuestos, muy dentro del rango de pérdida máxima posible de mil millones de dólares en las empresas rusas que advirtió el año pasado.
El retiro formal después de estar durante años en el limbo termina un problemático acuerdo de estrategia de cooperación que se firmó en 2011 con mucha fanfarria, pero que se puso en duda después de que Estados Unidos impuso sanciones contra Rusia después de la invasión de Crimea por parte Moscú en 2014 y su posterior anexión.
Exxon y Rosneft lograron una serie de acuerdos que, según se informó, implicaban inversiones por hasta 500 mil mdd en proyectos de exploración en el Ártico ruso, campos petroleros de esquisto en Siberia y aguas profundas en el Mar Negro. Rosneft dijo que los proyectos tenían reservas de 12 mil 300 millones de toneladas de petróleo y 15.2 billones de metros cúbicos de gas.
La alianza, que se formó después de que se vino abajo un acuerdo similar entre Rosneft y BP, se consideró un golpe estratégico para Rex Tillerson, en ese momento director ejecutivo de Exxon y actualmente secretario de Estado de EU.
En 2013-2014, Rosneft y Exxon crearon empresas conjuntas para llevar a cabo las actividades de investigación y exploración, pero en 2014 se impusieron sanciones que estaban dirigidas a algunas áreas específicas cubiertas por los acuerdos de Exxon: el Ártico, el esquisto y las aguas profundas.
Rosneft dijo que seguirá adelante con los proyectos pero que dejará la puerta abierta para Exxon en el futuro. “Rosneft continuará independientemente el desarrollo de esos proyectos y apoyará el regreso de ExxonMobil a ellos cuando aparezca esa capacidad legislativa”, dijo en un comunicado. “Seguirá adelante el trabajo con ExxonMobil en proyectos que no están sujetos a las restricciones actuales, al igual que en los proyectos de prospectos”.
Mikhail Leontiev, portavoz de Rosneft, dijo a la agencia estatal de noticias Tass: “No ocurrió nada nuevo. Desafortunadamente, este es un acontecimiento relacionado con las sanciones que ya se esperaba. ExxonMobil se vio obligado a hacer esto”.
La estadunidense se shale
enfocará en el de la cuenca de Permian de Texas y Nuevo México
El pacto, considerado
un triunfo de Tillerson, hoy secretario de Estado del gobierno de Trump Exxon dijo en la presentación: “La corporación y sus filiales continúan con el cumplimiento de todas las leyes, normas y regulaciones aplicables” con respecto a su operación en Rusia. El proyecto petrolero Sakhalin 1, también una empresa conjunta que incluye a Exxon y Rosneft, así como a compañías de India y Japón, no resultó afectada por las sanciones y el grupo estadunidense conserva su participación y su papel principal.
Las empresas de EU sintieron que, si bien las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea en 2014 eran similares, les afectó más fuerte la implementación de las reglas. Por ejemplo, la administración Trump bloqueó a Exxon la perforación de un pozo exploratorio en las aguas profundas del Mar Negro, mientras que Eni de Italia recibió la autorización de su gobierno para la perforación de un pozo similar cercano.
Con la frustración de sus ambiciones en Rusia, Exxon empezó a centrar su atención en otros lugares, entre ellos yacimientos de petróleo de esquisto en la cuenca de Permian de Texas y Nuevo México, y las aguas profundas de Guyana, donde logró importantes descubrimientos.