Liliana Rodríguez y sus relatos para dormir calientitos
Sexotexteadora, periodista y editora, actualmente presenta su primer libro, Entre sábanas. Relatos para no dormir
Liliana escribe artículos sobre sexualidad y pareja en diferentes medios, como las revistas H Para Hombres, GQ y Glamour, además de ser autora de narrativa erótica en El Gráfico. Recientemente presentó su primer libro de cuentos eróticos: Entre sábanas. Relatos para no dormir, sobre el que platicamos.
¿Cuándo y porqué comenzaste a escribir? Mi punto de partida siempre fue mi gusto por escribir. Alguien me aconsejó estudiar Ciencias de la Comunicación como primer paso para alcanzar mi meta y eso hice. El tema de la sexualidad me era cercano desde niña, pues siempre preguntaba a mi mamá todas mis dudas. En el 2014 comencé a escribir una columna en El Gráfico con relatos erótico s que surgió por mi afición a platicar con la gente sobre muchos temas, incluyendo la intimidad.
Mauricio Volpi, director de la Editorial Nostra, me contactó por lo que publicaba y me propuso escribir un libro. No soy terapeuta ni educadora sexual, soy narrador a, así que nos decantamos por relatos eróticos en los que ofrezco ciertas reflexiones sobre el placer y el sexo para que no se quede únicamente en las vivencias. Así surgieron las 16 historias de Entre sábanas. Relatos para no dormir.
¿Cómo seleccionaste los temas sobre los que escribirías?
Primero, aunque mi público es básicamente masculino, quise incluir narrativas con las que las mujeres también se identificaran. Tuve que matizar mi lenguaje, aunque en algunas sí me dejo ir como hilo de media. Por eso me han dicho que es soft porno.
Yo creo que es un prejuicio. Tus cuentos son eróticos, desde mi punto de vista. Quienes me marcaron para escribir fueron Cristina Pacheco, que es muy elocuente y vivencial, y José Agustín. Me llama la atención que la de él ha sido considerada literatura erótica, mientras que a mí me han preguntado cómo es escribir soft porno siendo mujer .
El libro integra una introducción donde hablas de asuntos muy importantes de la sexualidad, que ayudan a desmitificar y a entender que las posibilidades del placer son inmensas.
La verdad es que las mujeres también somos calientes. Que no lo digamos a bocajarro es otra cosa. Pensé que con la introducción podía sensibilizar a ambos sexos, decirles que lo sensual no acaba con el intercambio de caricias. A la par, quería que ellas se atrevieran a leer y comentar asuntos como el sexo oral, que supieran que no hay blanco y negro, sino también colores. Los hombres, con el tema de lo políticamente correcto, ya no saben bien a bien cómo comportarse; creo que mi libro puede ser de ayuda para que hablen sobre estos temas con sus parejas de manera sencilla.
Hablo de fetiches, de actividades espontáneas, de la masturbación femenina, de orgasmos y fantasías diversas. Mis personajes están inspirados en personas que han tenido la confianza de hablarme de sus vidas. Espero que les sirva a otras de inspiración y como una forma divertida de quitarse prejuicios.