Cual papalotes, en este museo los niños vuelan... y muy alto
Sus alas son el ansia de saber, de llegar tan alto como se pueda y sus límites son su imaginación, su creatividad y su inteligencia, pero sobre todo, su constancia en el oficio que decidan ejercer
Esqueletos de seres que alguna vez fueron parte de la fauna resaltan la experiencia.
Bajo el lema de “Toco, juego y aprendo”, los visitantes al Papalote Museo del Niño disfrutan de un recorrido que los transporta por un mundo didáctico que va mucho más allá de lo ordinario gracias a la visión innovadora y fresca de la creadora del concepto, Marinela Servitje. Niños y adultos salen de ahí con una nueva concepción de las cosas y de los seres vivos, flora y fauna, que nos rodean, porque gracias a esa experiencia entienden que todo puede ser extraordinario si lo visualizamos con el deseo de ver más allá de lo aparente, de aprender a diario del entorno... Hay que vivir el encanto de tocar, jugar y aprender. Alguna vez poblaron la Tierra.