Contrapesos para evitar la farsa
Los organismos autónomos son una gran farsa y engañaron al pueblo. Los vamos a purificar porque estaban totalmente al servicio de intereses particulares”. Así, sin cortapisas ni retruécanos, Andrés Manuel LópezObradorsentenciódesdesupúlpitomañanero.
Días antes había enviado un mensaje a Guillermo García Alcocer, titular de la Comisión Reguladora de Energía, respecto a sospechas que tenía de que en este organismo había conflictos de intereses.Ycomolacorrupción,diceAMLO,hayque“sacarladeraíz”,ahoralanuevacruzadaserápara“purificar”atodaslasinstitucionesdeestetipo.
La pregunta es quién del Gabinete tiene la calidadyagenciamoralpararealizartanrelevanteyurgentetarea,alacualnadiequehayacomprendidoel impacto social de la corrupción debiera oponerse. Almenosyomedeclaroincompetenteparaidentificar a ese espíritu celeste capaz de alzar las manos al cielo, imponerlas en hombres e instituciones y purificarles de sus prácticas corruptas.
El desenlace de esta disputa es predecible. Hoy el dedo flamígero de López Obrador está sobre la Comisión Reguladora de Energía, después podría posarse sobre la Comisión Nacional de Derechos Humanos, luego sobre el Instituto Nacional Electoral, más tarde en el Instituto Federal de Acceso a laInformaciónyProteccióndeDatosPersonales,o de cualquier otro que no esté adscrito a los poderes tradicionalesdelEstado,yquetengacomofunción actuar como contrapeso a la voluntad estatal. Después de la deslegitimación moral, vendrán las preguntassobresufuncionalidad,eficacia,pertinencia y,porúltimo,su“necesaria”desaparición.
Si esto llegara a suceder, nuestra democracia correría un grave riesgo, porque algunos de estos organismos autónomos son el ansiado y justo resultado de muchos años de lucha de la sociedad civil organizada, que de manera voluntaria e independiente se organizó, acordó y movilizó para reivindicar causas que no estaban siendo atendidas adecuadamenteporelEstado.Elproblemadelhambre es un claro ejemplo de ello. En Nuevo León, el estado más industrializado de México, más de 160 mil personas viven por debajo de la línea de bienestar. ¿Quéharíanestaspersonassinlasolidaridadyprofesionalidad de Cáritas y sus bancos de alimentos? ¿EsperarlacaridaddelEstado?
No hay lugar para las dudas. Si la 4T no quiere hacer de la democracia una farsa, deberá defenderypromovercontrapesosquelavuelvancreíble. Aunqueéstosleresultenincómodos.