Televisa: ¡Cuídenos a la Pinal!
Doña Silvia Pinal, ¿es usted feminista?”, fue una de las preguntas que me nació hacerle a esta leyenda, quien nos hizo el enorme favor, no por primera vez, de invitarnos a su espectacular casa a platicar. El tema en cuestión, obvio, tenía que ver con la bioserie que se estrena el domingo por Televisa (sí, va contra la última hora del Oscar), pero eso abría la conversación a mil temas. La respuesta de esta diva mexicana fue, al menos según mi comprender, una de las más naturales y sanas cuando se tocan semejantes temas. “Pues es que hasta cierto punto sí, pero también los hombres tienen logros y me gusta mucho trabajar con los hombres. No, no. Soy feminista, porque me gusta mucho ayudar a una vieja, la ayudo. Nada es a la fuerza”.
Y es que entre que las nuevas generaciones pelean, peleamos por el significado de esa palabra, mientras que muchos hombres sienten que es un ataque contra sus personas. Doña Silvia lo dijo todo sin tapujos y sin preocupaciones: “Me gusta mucho ayudar”. Y sí, sé de muchísimas personas, mujeres, quienes tienen historias que no contarían oficialmente porque son muy personales, pero es que la Pinal fue quien levantó la mano para ayudar. Si con su programa Mujer casos de la vida real no tenemos, les puedo asegurar que muchas cosas buenas ocurrieron sin las cámaras prendidas, pero desafortunadamente el medio, y no solo hoy en día, no suele destacar ese tipo de cosas. “Estamos demasiado ocupados viendo quién metió la pata esta semana para ver el plano completo. Y eso es la vida de Silvia Pinal. En lo personal, estoy muy contenta de que esté en manos de Carla Estrada, productora que como ha tenidomuchoéxito(ytambiénetapasfuertesdondeno se le reconoció el trabajo y el talento) sabe lo que tiene en las manos. Pero también sabe crear suspenso”. Aun así, poner tu vida en manos de una producción no es cualquier cosa, y Silvia Pinal lo sabe.
“Eseeselriesgo,dequetehaganlascosascomoson, porque luego te andas arriesgando que te hagan una cosa que no es tu vida. Y hay que pelear y decir: ‘Esto no. Esto no’. No, no he tenido este problema porque son gente que me respeta y que yo respeto”.
Mientras que en la serie que se le hizo a su hija ella parece quedar como Joan Crawford en Mommie Dearest (o en un Luisito Rey radiactivo, para referencias más cercanas) la caricaturización de una vida tan fascinante no es necesaria para crear algo fascinante. Igual que ella, muchos tenemos miedo. Televisa presumesusratings enlasredessociales,perodesdehace mucho tiempo que no es el punto de referencia en las mismas. Si cuentan bien esta historia, tienen una joya en sus manos. Y si no, pues mejor que sigan rentando sus foros a Netflix. En una nueva era, nunca ha sido tan importante nuestra historia colectiva. Y Silvia Pinal no solo es símbolo de eso, tiene mucho que contar al respecto. “Lo primero que hice, con Manolo Fábregas, que me ayudó, lo hicimos en las bodegas del periódico, Novedades, y ahí estábamos. Nos decoraban las bodegascomounespaciodeteatro,ensayábamosylas hacíamos casi, casi de memoria”.
En una nueva era, nunca ha sido tan importante nuestra historia colectiva, y Silvia Pinal lo sabe