No seré breve
El Iteso, que dicen los que saben es como la Ibero de Guadalajara, acaba de hacer un descubrimiento fenomenal: que existen los troles y los bots, y que estos pueden ser manipulados para atacar a quien sea necesario, en este caso a los periodistas que se pronuncien contra la cuarta transformeichon y Andrés Manuel López Obrador. Y para demostrarlo hicieron todo un muestrario de sesudos análisis, gráficas y demás herramientas irrefutables de la ciencias sociales. En la Escuela de Fránkfort estarían orgullosos.
Fue como poner en duda que Cristiano Ronaldo es un chingón luego de verlo marcar un hat-trick que era de vida o muerte frente al Atlético de Madrid, que no era una perita en dulce. La cosa es que el Iteso no advierte suficientemente, como si se les hubiera pasado de largo igual que Cristiano a la defensa del Cholo Simeone, que esos mismos métodos (etiquetas prefabricadas, manejo en volumen de bots, unificación discursiva y adjetival) conforman un ejercicio absolutamente democrático y popular al que también recurren la llamada derechairiza para quemar en leña verde a quienes no comparten su pensamiento antíLopez, ni comparten el open mind tipo Provida.
Cualquiera puede hacer el experimento y colocar en Twitter una reflexión medianamente afín al pejismo e inmediatamente te va a caer de porrazo un dulce racimo de bots con señalamientos e insultos que equivale a un regaño con mazazo incluido de doña Denise Dresser.
Digo, parece que al único que no le cayó la derechairiza fue a Carlos Slim cuando dijo que confiaba en la presente administración y que sí se podía llegar al 4 por ciento de crecimiento. Ahí sí todos los analistas finos que auguraban el Armagedón a los gritos, al ritmo de los mariachis callaron. ¿Por qué sería?
Como quiera que sea, al mejor cazador se la va la liebre. Ahí está el culto y elegante priista, Javier Lozano, que utilizó una imagen del año guan para burlarse del stand de México en la Feria Turística de Berlín. Así nunca va a juntar un billete para echar a andar el changarro político que quieren levantar los Calderón a fuerza de cooperachas. Claro, a menos que aplique su clásico “Copelas o cuello”.
Lo que ya no dijo Jelipillo es si le podíamos mandar por Rappi una fotocopia del cheque para apoyar tan noble causa. Cumplí, no fui breve.
A quien no le cayó la derechairiza fue a Slim por confiar en que sí se podía crecer al 4%