Tijuana. Los libros buscan a sus lectores
En prácticamente todos los estados del país se lleva a cabo una feria del libro, en la gran mayoría de los casos con una sede, emblema cultural de la ciudad, a la espera de que lleguen los lectores; incluso se organizan visitas escolares, pero cada vez se genera una mayor necesidad de ir hasta donde están los lectores.
Tal es el objetivo principal del programa “Quien lee, puede”, impulsado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) de Tijuana, que se desarrolla de forma paralela a la Feria del Libro, cuya sede es el Centro Cultural Tijuana (Cecut).
“Se trata de llevar la oferta, sobre todo, literaria a espacios que no están acostumbrados a recibir los libros, mucho menos a tener un acercamiento con escritores: una población que, por diversas razones, no puede asistir al re
cinto ferial”, explica Haydé Zavala, directora del IMAC.
Felipe Garrido, Armando González Torres, José Gordon, Ave Barrera, Raquel Castro, Teresa Vicencio, Carlos René Padilla, Antonio Ramos Revillas o Alberto Chimal son algunos de los escritores que forman parte de esta programación, quienes han visitado distintos espacios culturales de la ciudad, pero también escuelas primarias, secundarias y bachilleratos, centros de readaptación social y hasta el consulado de México en San Diego.
“Partimos del principio de que la Feria del Libro de Tijuana es de todos, no solo de los lectores o de la gente que tiene la oportunidad de comprar libros. Por ello nos hemos concentrado en el trabajo con las escuelas de todos los niveles y con la comunidad, además de los recintos culturales del ayuntamiento, convencidos de que el programa cumple una función educativa, de integración social y de prevención de la violencia”.
Con más de 70 actividades, entre las que se cuentan 55 literarias y 18 artísticas y de animación cultural, se busca llegar a las nueve delegaciones municipales de Tijuana, siendo fundamental la colaboración con la Feria del Libro que se desarrolla en el Cecut, asegura Haydé Zavala, porque de esa manera se establece una conexión mucho más estrecha alrededor de un objetivo compartido: la lectura y el libro. que vino a tomar el té,