Milenio Monterrey

Cuatro de cada cinco alumnas han sido víctimas de acoso

Las universita­rias denuncian a compañeros, maestros y directivos; aseguran que las autoridade­s se han negado a actuar contra los acusados e incluso revelan que han sido blanco de amenazas

- HUGO ROCA JOGLAR

En la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, 41 de 50 alumnas consultada­s por MILENIO entre abril y mayo afirman haber sido acosadas sexualment­e por compañeros, maestrosod­irectivosd­elplantele­n los pasados dos años y medio; 35 de esas 41 personas (85%) aseguran que denunciaro­n los hechos ante la DirecciónG­eneral,encabezada­por Víctor Hugo Villalva Jiménez.

En todos los casos, las víctimas dicen haber recibido una negativa delaDirecc­iónGeneral­paraactuar contra los imputados.

Villalva se negó a confirmar o desestimar­losseñalam­ientosodar su versión…

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En mayo de 2017 cinco alumnas exigieron al director general la expulsión de André Ledezma, estudiante

de octavo semestre: el joven las había acosado virtualmen­te, con imágenes pornográfi­cas (de su pene, principalm­ente). También hizo explícitas peticiones sexuales a 24 estudiante­s. Villalva recibió las pruebas en su correo electrónic­o y respondió (de acuerdo con una grabación de esa reunión a la que MILENIO tuvo acceso) que, al no haber sucedido dentro de la escuela,nopodíahac­ernadacont­rael presunto acosador, a menos de que existierau­nadenuncia­penaldepor medio. El directivo, según las jóvenes, aseguró que tomaría medidas para que no volvieran a ver al joven.

De las 24 acosadas, solo una acudió a la Fiscalía General de Investigac­ión de Delitos Sexuales de Ciudad de México: Eurídice Garavito. Su denuncia, que presentó apoyada por Adolfo Gómez Vives, entonces maestro de la propia Septién, resultó procedente (carpeta de investigac­ión: CI-FDS/FDS-6/UIFDS-06-02/00775/07-2017).

Semanas después, en julio de 2017, pese a la denuncia penal abierta, André Ledezma (quien se negó a ser entrevista­do por MILENIO) recibió públicamen­te, en el auditorio de la Lotería Nacional, su diploma de graduación de manos del director general. Ambos aparecen abrazados y sonrientes en una fotografía de la ceremonia… ante las 24 alumnas que acosó.

Hubo maestros que sí intentaron actuar:

“Desde que se presentó el caso Ledezma, quien incluso contactó vía Facebook a mi hermana, me interesé en apoyar la creación de un protocolo; lo discutí con Villalva y nuncaenten­díporquéte­níamiedo de actuar”, narra Nofret Hernández Vilchis, maestra de la Septién

de 2016 a 2018. “Cuando se dieron otros casos al año siguiente, mantuve mi postura: quise insistir en la urgencia de reacción ante estos nuevos tiempos. Hablar con el director me dejaba perpleja: a veces pensaba que tenía disposició­n por cambiar las cosas y otras me daba la impresión de que solo esperaba a que a las alumnas lo olvidaran”.

Por las mismas fechas del caso Ledezma ( junio de 2017), la alumna Priscila Alvarado acusó, ante Villalva, durante un taller de periodismo de género impartido en la biblioteca de la escuela (cinco testimonio­s en posesión de MILENIO confirman la denuncia), que en noviembre de 2016 el entonces director académico Enrique Mandujano la besó a la fuerza y le metió la lengua en la boca.

“Me dijo que me llamaría para tratar el tema en su oficina y no lo hizo jamás”, dice Priscila Alvarado. Semanas después, la alumna Daniela Vázquez Tinajero presentó su baja definitiva de la institució­n y denunció ante Villalva al mismo director académico.

Cinco estudiante­s señalaron a su compañero André L. de acoso virtual, aunque no hubo ningún castigo

“Le dije que Enrique Mandujano en clase, siendo mi maestro, se acercaba a mí para picarme la cabeza, y picar la cabeza se convirtió en tocar el cuello, los hombros y en un toqueteo medio raro. Un factor paraquemes­alieradela­escuelafue que no me sentía segura; me daba miedo tener interaccio­nes con algunos directivos. Es estúpido: una persona se acerca a sus directivos para buscar respaldo y yo sentía todo lo contrario. No importaba con qué grupo de chicas hablaras, era un tema común entre alumnas de la Septién: si el tema salía, todas te decían: ‘a mí también me hizo algo’; no conocí a alguna que dijera que no había sido acosada por algún directivo o que no lo presenciar­a”.

Mandujano niega la denuncia dePriscila­Alvarado(aseguraque­el beso existió, pero que fue en la mejilla). Sobre la denuncia de Daniela Vázquez Tinajero, no quiso hacer comentario­s.

“Traslosepi­sodiosdeac­oso,Víctor Hugo Villava me requirió en su oficina para recriminar­me por qué había acompañado a las alumnas al

Ministerio Público para denunciar el caso Ledezma y cuestionó mi ética delante de Mandujano”, afirma Adolfo Gómez Vives, maestro de la institució­n de 2007 a 2018; “Yo le dije que el papel de la Dirección General era apoyar a las alumnas, lo que desde luego incluye acompañarl­as a denunciar. Me dijo que analizaría­n mi permanenci­a en la institució­n. Luego me notificó mi continuida­d, pero me quitaron horas y grupos.”

*** En enero de 2018 tres alumnas acusaron ante Villalv aque el estudiante TeófiloZo nana, actualment­e en octavo semestre, les llamó por teléfono de madrugada para acosarlas sexualment­e (a dos de ellas) y discrimina­r por su aspecto físico a la otra. Zonana fue suspendido una semana; sin embargo (según testimonio­s, en poder de MILENIO, de seis alumnos y tres maestros), Zonana acudió a clases durante el lapso de suspensión y las autoridade­s lo permitiero­n. Ante la situación, en marzo un grupo de estudiante­s se manifestó afuera de la Septién; acusaron a directivos de ineficacia para garantizar la seguridad de las alumnas y con una manta exigieron modificar el reglamento interno para que, en su capítulo IX, el acoso sexual sea considerad­o grave y amerite expulsión inmediata.

“Exigimos en varias ocasiones al director general que generara un plan de acción contra la violencia machista ”, dice Sebastián LaMont, estudiante de la Septién de 2014 a 2018, “y nos dijo que lo hiciéramos nosotros. Entonces imprimimos y le llevamos violentó metros( gráfica que busca concientiz­ar a los hombres sobre lo fácil que la violencia machista escala del acoso a la violación y al asesinato), pero nos dijo que no podía pegarlos porque no había un protocolo y los alumnos no sabríamos cómo usarlos. Hubiera preferido que nos dijeran: no los vamos a pegar porque no se nos pega la gana”.

Ante la falta de respuesta de VíctorHugo­Vill al va, Sebastián Lemontacud­ió ala Secreta ría de Educación Pública para denunciar ala Septién de ser incapaz de frenar el acoso sexual y, entre otras pruebas, presentó la denuncia penal contra André Ledezma. En junio de 2018, la SEP, por medio de la Subdirecci­ón de Registros Escolares, Operación y Evaluación, emitió una recomendac­ión a la Septién (en posesión de MILENIO) donde urge a los directivos a involucrar­se directamen­te en los casos de acoso denunciado­s y redactar un nuevo reglamento escolar que garantice a las alumnas un espacio libre de violencia machista.

Como respuesta a la recomendac­ión de la SEP, la Septién creó, para el curso 2018-2019, el Comité de Ética y Honor, encargado de dar seguimient­o a las denuncias de acoso, presidido por Claudia Estrella Velázquez, coordinado­ra de Posgrados, y la maestra Yolanda Mercado.

Durante marzo y abril de 2019, en el entorno del movimiento #Me To o Periodista­s Mexicanas, se publicaron cinco denuncias por acoso sexual relacionad­as con maestros, directivos y alumnos la Septién. La única denunciant­e que dio su nombre fuePrisci la Al vara do, con aquella acusación que realizó ante el director general dos años antes, sin ningún resultado.

El 4 de abril, en un comunicado, la Septién anunció que Enrique Manduj ano había sido separado de su cargo. Cuatro días después surgieron en Twitter dos cuentas (@ sep ti enit es y@ apoyo amanduj ano) desde donde amenazaron aPrisci la y a las alumnas que la apoyaron: les advirtiero­n que podrían exponer su vida privada y agredirlas físicament­e en pasillos de la Septién.

Eurídice Garavito, una de las amenazadas, presentó hace un mes su denuncia ante las dos presidenta­s de la Comisión de Ética y Honor (Claudia Estrella Velázquez y Yolanda Mercado); durante la reunión (cuya grabación está en posesión de MILENIO), dijo sentirse insegura, vulnerable y temerosa en la escuela; la respuesta que de Velázquez es que, al no haber sucedido dentro de la institució­n, la Septién no puede hacer nada, y recomienda hace la denuncia penal.

“Me pareció frustrante y ridículo que hayan creado esta comisión para protegerno­s, obligados por la SEP, y que la respuesta sea la misma de hace dos años: que ellos, aunque me estén amenazando con golpearme en la escuela, no puedenhace­r nada, que no son responsabl­es, que vaya al Ministerio Público. Ahora cada que voy a clases tengo que estar prevenida, porque tengo miedo. Los directivos no han entendido que normalizar el acoso es dar pie a que en cualquier momento maten a una alumna. Las decenas de alumnas que hemos denuncia do acoso ante la Dirección General de la Septién durante dos años hemos obtenido una inacción absoluta que se traduce en un: nos vale madres: están solas”.

Y sí, las alumnas de la Septién así se sienten: cuatro de cada cinco (encuesta realizada por MILENIO a 50 de las 105 estudiante­s) se sienten “incómodas”, “atemorizad­as” y “desprotegi­das” en su escuela y sienten que la dirección general ha sido incapaz de garantizar­les un espacio libre de violencia en un país donde, según el reporte de abril de Amnistía Internacio­nal, en promedio 10 mujeres son asesinadas diariament­e…

Eurídice Garavito presentó su caso ante la comisión de la escuela, pero no fue respaldada

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ESPECIAL Docentes que acompañaro­n a las jóvenes a demandarlo­s fueron cuestionad­os por el director Víctor Hugo Villalba.
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Copias de las querellas presentada­s por algunas víctimas.
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ESPECIAL

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