TRASCENDIÓ

QUE

Patricia Mercado, senadora de Movimiento Ciudadano, dijo que como secretaria de Gobierno de Ciudad de México, en el sexenio anterior, no tuvo información de alguna banda relacionada con los israelíes ejecutados el miércoles en Plaza Artz, alcaldía de Álvaro Obregón, pero sugirió preguntar a los entonces funcionarios involucrados en materia de seguridad y procuración de justicia, entre ellos su compañero del PRD y ex jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

Hay que recordar que durante toda la gestión anterior se sostuvo la narrativa de que en la capital no había crimen organizado más allá del narcomenudeo, como si esa actividad no dependiera de los cárteles de la droga.

QUE

acaso contagiadas con ese discurso, las instancias de procuración de justicia capitalina, que encabeza Ernestina Godoy, se dieron a la tarea, menos de una hora después del doble crimen en el Pedregal, de esparcir entre periodistas la especie de que la detenida Esperanza N. confesó que el móvil fue “pasional”, pues su conquista por Facebook le salió infiel.

La prisa por querer bajar a “pasional” un crimen del hampa organizada, acaso internacional, quedó exhibida horas después, cuando tuvieron que corregir porque los dos abatidos resultaron ser unas fichitas israelíes, con cuentas pendientes en su país y aquí, además de que fue una acción concertada en la que participaron por lo menos cinco pistoleros, a juzgar por los testimonios, los videos y los casquillos recogidos en el lugar.

Peor aún: uno de los baleados ya había sido detenido en México en 2005, en Polanco, por cierto, y estaba ligado a los Beltrán Leyva.

QUE

el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, permanecía anoche hospitalizado y en recuperación tras la cirugía a que fue sometido el miércoles por una afección en la vesícula biliar, aunque con la expectativa de ser dado de alta y volver a su casa en las próximas horas.

¿Mantendrá el legislador su intención de repetir en la presidencia de la Mesa Directiva por el bien de la patria?