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Andrés Manuel López Obrador tiene por costumbre mezclar, en el Grito de Independencia, a los héroes que nos dieron patria con los caudillos de la Revolución, con la cultura, la justicia, los pobres, los migrantes, los niños, los ancianos, la dignidad… y arengar contra los privilegios, la corrupción, la impunidad y, como lo hizo en 2007, contra el “gobierno usurpador”.
Precisamente ese año, luego de haber tomado avenida Reforma y el Zócalo, de haberse autoproclamado “presidente legítimo” y de emprender una nueva estrategia para recorrer el país a fin de ir de nueva cuenta por la Presidencia, dio su primer Grito en San José Tenango, Oaxaca, población enclavada en lo más recóndito de la Sierra Mazateca.
Fue algo inolvidable. No por el acto, sino por las condiciones del clima que rayaban en el horror a causa de una tormenta, que obligó a los conductores de la caravana a avanzar en medio de la obscuridad, desde Huahutla de Jiménez hasta San Jo sé T en ango, durantec asidos horas sobre terracería convertida en lodo resbaladizo, con barrancos a los costados del estrecho camino.
El mitin programado por el tabasqueño en Tenango, como parte del recorrido por los casi 2 mil 500 municipios del país, se quiso suspender ante el miedo que provocaba la lúgubre noche y que, se bromeaba, no cedía ni con los hongos de María Sabina. Pero el aún perredista no quería, no podía faltar. Las autoridades le mandaron un mensaje de que lo esperaban porque querían que diera el Grito y, necio, dijo a todos“nos vamos ”.
La lluvia no cedió, pero aun así cientos de habitantes de ese y otros municipios estaban ahí reunidos y recibieron a López Obrador con una afectuosa bienvenida. En Maza te ca de O ax a ca, convocó a los asistentes a reafirmar el compromiso de transformar la vida pública de México, porque “solo el pueblo puede salvar al pueblo”.
“Tenemos que abolir el régimen de corrupción y privilegios, desterrar la opresión, la desigualdad, la injusticia, la discriminación, la codicia y el odio. Debe haber patria para todos. ¡Arriba los de abajo, los pobres, abajo los privilegios, abajo
el gobierno usurpador! ¡Vivan los indígenas, vivan los héroes que lucharon por la Independencia, la justicia y la democracia!
“¡Vivan los padres de la patria, viva Hidalgo, viva Josefa Ortiz de Domínguez, viva Morelos, viva Juárez, vivan los hermanos Flores Magón, viva Francisco I. Madero, viva Villa, viva Zapata, viva el generalLázaro Cárdenas del Río !¡ Vivan los dirigentes sociales y políticos asesinados por defender las causas populares. Vivan los héroes anónimos. Libertad a los presos políticos. Viva la Nueva República !¡ Viva México, Viva México, Viva México !”.
El regreso a Huahutla de Jiménez, ya después de medianoche, no fue menos tétrico; algunos vehículos perdieron el camino, otros quedaron atascados y muchos de sus acompañantes prefirieron llegar al pueblo caminando con el lodo a las rodillas.
Desde la oposición y en plena rebelión contra los resultados electorales de 2006, el 15 de septiembre de ese año, con el Zócalo tomado por sus huestes, López Obrador pidió que Alejandro Encinas diera el Grito en su carácter de jefe de Gobierno.
En 2008, sin dejar de acusar a Felipe Calderón de usurpador, ocupó una parte del Zócalo y ocurrió lo que nunca se había visto, un doble Grito, que del lado del tabasqueño fue amenizado por Paquita la del Barrio. Ese 15 de septiembre, a las 9 de la noche, el ex jefe de Gobierno fue el primero en darlo. A Calderón le tocó alas 11 del anoche.
Para 2009, los seguidores de López Obrador fueron convocados al Hemiciclo a Juárez, donde la actual alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, tuvo a su cargo evocar a los héroes de México. El último Grito que dio como dirigente opositor fue en 2010, en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, donde la arenga fue similar y muchos creen que no variará este domingo.
Solo en la memoria de unos cuantos, quedó aquella noche tétrica de 2007 en la Sierra Mazateca, en la que, pese a la adversidad política y climatológica, hizo valer como siempre su obstinación.