Si no pacificamos la escuela, mucho menos la calle
La sociedad mexicana tiene entre sus componentes básicos una enorme dosis de violencia; la sociedad mexicana, no 300 mil malvados. Esta frase es de Fernando Escalante Montalvo, dicha a Fernando del Collado en Tragaluz (Milenio) hace un mes y medio. No deberíamos olvidarla.
¿Hay salida? Sigue la entrevista. Sí, por supuesto. ¿Cuál? Empecemos por entender. ¿Cómo empezamos a entender? Hace falta tiempo, paciencia, trabajo de campo y bastante humildad.
La tragedia (no puede llamarse de otra manera) del Colegio Cervantes en Torreón ha refrescado la memoria de los regios: el próximo sábado se cumplen tres años de la otra tragedia (que tampoco puede llamarse de otra manera), la del colegio Americano del Noreste.
Y han surgido las preguntas: ¿hemos hecho lo necesario para disminuir el riesgo de tragedias así? ¿Hemos hecho lo necesario para comenzar a entender la violencia en nuestra sociedad al tiempo que buscamos formas de disminuirla?
Me temo que no. El programa Mochila Segura es una respuesta fácil, pero no es más que una pequeña aspa del abanico: uno se pregunta hasta qué punto pueda aportar a una solución. Y aun así... se lleva a cabo solo a nivel de discurso.
Los programas educativos para prevenir la violencia van más dirigidos al centro del asunto. Es importante enseñar a padres y maestros a colaborar en la solución de conflictos por la vía del diálogo y la negociación, y a formar centros de mediación en las escuelas para toda la comunidad educativa. El programa “Semillas de paz”, de origen colombiano, va por ahí... cuando se lleva a cabo. La Secretaría de Educación lo inició aquí, pero no cuenta con la suficiente pasión por parte de los maestros y los papás. Pocos terminan el diplomado y lo llevan a la práctica en la escuela.
Y mucho más complicado es entender a los jóvenes y su entorno, para acompañarlos en su crecimiento y en sus desafíos afectivos, paradetectarestavezlassemillasdelaviolenciay trabajarlas en las familias y los ambientes más amplios.¡Urgenpsicólogosyformaciónpsicológica en las escuelas!