Seguridad y defensa nacionales
Conceptualmente, la seguridad nacional genera posiciones encontradas. Para algunos es una materia estrictamente militar, cuando en la realidad de su concepción, aplicación estratégica y, sobre todo, de la generación permanente de su importancia como factor toral de nuestro país, es de interés, estudio y acción también para civiles.
Nuestro país se encuentra en un momento trágico, ya que los índices de inseguridad, crimen y violencia han escalado una altura que los mexicanos de bien no quieren y no aceptan, y lo peor es que son pocas las soluciones que pueden aportar para mejorarlo. Los delincuentes no tienen en su psique, ni mucho menos en su emoción, enmendar el camino en la búsqueda de un país mejor; no conocen conceptos de seguridad nacional, o bien, no miden los riesgos a los cuales se enfrenta un país cuando su seguridad pública está rebasada, lo que produce una crisis de seguridad intermedia para de ahí convertirse en una amenaza real de seguridad nacional.
A los delincuentes solo les interesa el beneficio de su grupo o el de ellos mismos.
Por otra parte, el mundo trae una velocidad convulsa y desesperada, tanto para producir amenazas que afectan a un gran número de países como también para ofrecer soluciones domesticas que frenen esta dinámica invasiva y que impacten favorablemente a otros países.
La inclusión de cada vez más personas en aspectos de seguridad nacional ha sido en nuestro país una constante en los últimos años; instituciones como el Colegio de Defensa Nacional y el Centro de Estudios Superiores Navales, así como la
Escuela Superior de Guerra, han realizado grandes esfuerzos desde la academia —la que incluye a civiles y militares— para ofrecer al país capacidades mayores en este rubro.
Esta semana se inauguró en el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales (Imeesdn), que pertenece a la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea, el Doctorado en Desarrollo y Seguridad Nacional.
Lo anterior abre una nueva dinámica que fortalecerá sin duda la cultura de seguridad y defensa nacionales. Abre la oportunidad para que jefes y generales, capitanes y almirantes, así como personal civil, se integren a un esquema innovador y principios institucionales con base en el trabajo colaborativo, el pensamiento estratégico y crítico en materia de desarrollo y seguridad nacionales.
El Estado mexicano tiene grandes necesidades por generar estudios e investigaciones que contribuyan a detectar amenazas multidimensionales —se insiste— no solamente producidas por nuestro país, sino las que el mundo y en específico la región continental producen diariamente.
Felicidades a esta primera generación de doctorantes. México, los necesita.
Cabo de guardia
Sin duda, el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles es el gran proyecto de esta administración.
En su momento, desde este espacio se cuestionaba qué destino iba a tener el principal corazón aéreo estratégico de nuestro país. La base aérea militar No. 1, ubicada en Santa Lucía, Estado de México, ubica a la 37. Zona Militar, la Escuela de Materiales de Guerra, Centros de Adiestramiento de Policía Militar, Unidad Habitacional, así como Hospital Militar, escuelas y centro comercial.
Ni que hablar de las operaciones aéreas militares y las de adiestramiento aéreo que se realizan diariamente en Santa Lucía.
Con la construcción del nuevo aeropuerto comercial todo lo arriba mencionado será reubicado dentro del mismo predio, obteniendo de ello una modernización en todos los sentidos, misma que contribuirá al beneficio de la seguridad y defensa nacionales.
El Estado necesita generar estudios para detectar amenazas multidimensionales