No soy yo, eres tú
¿En serio creen que con seis sesiones se van a remediar patrones nocivos de comportamiento arraigados por años?
Diputados del Partido Acción Nacional presentaron una iniciativa que pretende la toma de terapia breve sistémica (seis a 10 sesiones) para ver si pueden evitar con ello los divorcios. El argumento básico es que los menores de edad merecen vivir en familia. De aprobarse, ¿quién va a pagar las sesiones, el sector Salud, el Poder Judicial o gobierno del estado? ¿En serio creen que con seis sesiones se van a remediar patrones nocivos de comportamiento arraigados por años?
Dicha iniciativa es bastante cuestionable, principalmente porque Monterrey, Nuevo León, va a la cabeza en todo el país en feminicidios, son frecuentes las denuncias de violencia en todas sus modalidades desde física, psicológica, económica y patrimonial y existen más víctimas que prefieren evitar el proceso y dan prioridad a su integridad física promoviendo una orden de protección o una separación del domicilio conyugal y después inician el divorcio.
La decisión de la Suprema Corte de Justicia de facilitar los procesos legales en los juicios de divorcio y eliminar las causales de divorcio previstas en el Código Civil parte de evitar la revictimización de la víctima, con ello se eliminan pruebas, testigos, audiencias desgastantes, procesos largos que al final resultaban infructuosos. La Suprema Corte reconoce tu criterio como adulto y tu libre albedrío para decidir si continúas con un contrato matrimonial o no.
Con iniciativas como la presentada por la bancada panista se retrocede en el proceso legislativo y se contamina la función judicial que, dicho sea de paso, está bastante atareada con los procesos penales de violencia familiar.
Los menores de edad tienen derecho a vivir en familia, indudablemente, pero esta familia debe ser sana, libre de golpes y malos tratos, sin humillaciones, violaciones, vejaciones que no merece ningún animal siquiera.
Poner trabas para divorciarse equivaldría a poner trabas para los matrimonios colectivos que realiza el estado a través del DIF que solo pretende regularizar uniones preexistentes. En ambos casos, uniones o separaciones ya son de hecho, solo se les da formalidad y certeza jurídica.
Las parejas de Nuevo León que toman la decisión de divorciarse, lo hacen porque ya es insostenible el matrimonio, ya no existe un proyecto común, hombres y mujeres sufren violencia y prefieren seguir solos que mal acompañados, y lo principal: no quieren que sus hijos los vean como víctimas impasible de una relación fallida. Después de todo los niños aprenden lo que viven.