El Congreso hace ruido innecesario
¿Pero qué necesidad de cambiar la ley de educación?
Aparentemente una iniciativa del diputado del PES encendió los ánimos en el Congreso estatal y lo hizo sumergirse en dos de los temas más espinosos que hay en la discusión internacional, porque no solo es de carácter pedagógico, sino que se hunde en las entrañas de la historia del misticismo y de las religiones. Me refiero al derecho a la vida, dentro del sector educativo.
Ahora resulta que, adaptándose a la modernidad, se creó un pin, lo cual todavía no comprendo, en el cual se insiste en modificar, en contra del ya tan discutido tema que rige el Artículo 3º de la Constitución, en donde desde hace muchos años se dice que la educación en México es pública, laica y gratuita, y el término laicismo, que es producto de la lucha histórica de Juárez y la Iglesia, implica respeto a la libertad de cada quien para escoger sus creencias.
Con el fin de introducir una nueva variante, la iniciativa se profundizó en el tema de la educación familiar y el ideario de los padres, como factor de influencia en el sistema educativo escolar. Pero no contentos con lo anterior, se le agregaron algunas dudas sobre el derecho a la muerte, como es la eutanasia, también complicadísimo tema en discusión y además la intervención directa de los padres en el proceso escolar, de niños cuya edad muchas veces no permite el juicio analítico y sintético, que les va a dar lugar a una opinión permanente.
Tengo la impresión de que con un ánimo relacionado con las creencias del partido que propuso el tema, se confunde lo que es lo más importante, la educación familiar, con lo ortodoxo y escolástico, que es la educación escolar. Todo eso deja más dudas que respuestas y se contraviene con una discusión que está en el seno de la Suprema Corte de Justicia y además entra en choque con el ya perfectamente discutido Artículo 3º.
Descartes: Pienso, luego existo… La ideología y la educación sexual se adquieren fundamentalmente en la familia y por supuesto la escuela debe complementarla; pero sin axiomas, o sea verdades incontrovertibles, porque eso va a generar una intromisión a la libertad de los niños, que está en formación en el proceso de enseñanza aprendizaje. ¿Pues qué necesidad había?