¿Con cinco semanas es suficiente?
La industria del fútbol corre para salvar la temporada. Las consecuencias físicas que ello acarreará entre los jugadores, sin embargo, están aún por ver. Son muchas las incógnitas cuando se trata de avanzar en terreno desconocido.
Tras una reclusión de dos meses y, después de la aprobación gubernamental, el regreso a la competición profesional se llevará a cabo a partir del 8 de junio, con el día 12 como fecha marcada para encender los focos de Primera. Los equipos habrán completado ese viernes un máximo de cinco semanas de entrenamientos. Los primeros 10 días, dedicados a las carreras en solitario. Y de no haber una orden ministerial que apruebe lo contrario tras una nueva ronda de test, los equipos en liza sólo podrán contar con dos semanas para ejercitarse con el grupo al completo. Es decir, para rememorar los entrenamientos previos a la pandemia. Para siquiera disputar partidillos y situaciones reales de juego. ¿Es tiempo suficiente?
«Estas circunstancias nos están obligando a ir más rápido de lo que sería deseable. Ojalá pudiéramos tener más tiempo». Quien habla es el responsable de traumatología de la selección española y jefe de los servicios médicos del Celta de Vigo, Juan José García Cota, que incide: «Si bien esas cinco semanas son suficientes para la preparación física individual, una fase de adaptación de dos semanas es corta. Esto es un deporte colectivo. Y la prevención de lesiones también se basa en normalizar la actividad. Es decir, que sea lo más real posible, con entrenamientos de grupo completo y partidos de preparación. Es la forma en la que el organismo se adapta a lo que harás después».
La Bundesliga se puso en marcha tras un plazo máximo de seis semanas de entrenamientos. La jornada del reestreno concluyó con14 lesionados, 12 de ellos de la primera categoría. «Ojalá nos
Médicos y preparadores físicos advierten sobre los riesgos de volver a jugar con sólo 35 días de entrenamiento
equivoquemos, pero en Alemania ya ha habido una cantidad importante de lesiones musculares, que serán las más frecuentes», apunta Cota. «Aunque también hay que tener cuidado con las lesiones articulares», advierte Jordi Ardévol, ex jefe de los servicios médicos del Bar celo na .« Faltan situaciones parecida sal juego real, que son las que te dan una combinación de gestos y movimientos propios del deporte. Ello puede poner en riesgo las rodillas. No es casual que, en ocasiones, haya un cúmulo de lesiones de cruzado al inicio de una temporada », explica el también ex presidente de la Sociedad Española de Traumatología del Deporte.