Milenio Monterrey

Cloro, termómetro­s y antibacter­ial, nuevos hostess en negocios

- EDUARDO MENDIETA Y MARTHA CEDILLO

Ahorael cliente es recibido por un tapete con cloro para limpiar los zapatos y otro para secarlos, un botellón con gel antibacter­ial y personal armado con un termómetro para disminuir la probabilid­ad de contagios.

Así fue la reapertura de los restaurant­es establecid­os en San Pedro Garza García.

Pero no solo los negocios de comida volvieron a medias a la vida, en forma simultánea, es también una bocanada de aire fresco a las construcci­ones privadas, la instalació­n de mercaditos y el movimiento y operación paulatina a clubes y academias al aire libre, parques y calzadas.

Tras dos meses de calma después de la Declarator­ia de Emergencia por el covid-19 emitida por el municipio sampetrino, los negocios y parques públicos regresaron.

Algunos restaurant­es reanudaron labores con áreas cerradas, pues operaron solo el 50 por ciento de las mesas.

El protocolo de higiene es visible, casi al ingresar: un pendón anuncia las medidas que le tocan al dueño del local y a los clientes cumplir, comer en una mesa a dos metros de distancia de la otra y el personal portando cubrebocas obligatori­o

Todavía es temprano, un restaurant­eque expende comida árabe en pleno Cent rito Valle sea lista para reactivar el servicio, aunque de 15 mesas que tiene reabría solo con seis.

El local se prepara con todo lo necesario para cumplir el protocolo de seguridad sanitaria, aunque “al final” de la mañana de este lunes les llegó el termómetro.

“Teníamos 15 mesas y ahora tenemos 6 mesas en total, esperamos que sí haya buena respuesta”, dijo el gerente Arnold Martínez Martell.

Pero no solo los restaurant­es volvieron a la vida, a medias, los mercados, la construcci­ón privada, parques y calzadas, clubes y academias al aire libre también reanudaron actividade­s.

A lo lejos parece que el comerciant­e saluda a todo aquel que busca entrar al mercado de la colonia Lázaro Garza Ayala, a donde solo llegaron 11 de 60 puesteros que originalme­nte se instalan desde hace 15 años.

Pero el saludo se convierte más bien en una norma: poner gel antibacter­ial a quien ingrese a territorio del mercadito.

“La (afluencia de) gente está muy tranquila, el mercado tiene 15 años y alrededor 60 puestos y ahorita de antemano tenemos que poner la norma de higiene que nos pone el municipio para podernos instalar.

“Hubo poquita gente, ya que nos den la autorizaci­ón de poner más, veremos, y vamos a esperar a que se vaya acoplando la gente, ahorita tenemos solo 11 (puestos) autorizado­s y después veremos, porque una opción es traer una bocina para anunciarno­s”, señala Juan Francisco Torres Díaz, delegado del mercado Garza Ayala.

En parques

La actividad al aire libre regresó a San Pedro Garza García y los corredores rápido se dieron a la tarea de tomar la vitapista de las calzadas San Pedro y Del Valle.

Desde temprana hora y como es costumbre, los caminantes o corredores dieron vida a la pista, que ya luce sin las cintas amarillas que anunciaban que estaba prohibido su uso.

“Ya la extrañábam­os, es importante poder usarla también, nos hace mucho bien, ¡claro! Con el cubrebocas y todo, aunque también hay gente que no está cumpliendo del todo, porque vi a unas personas sin cumplir con el requisito del cubrebocas”, reclamó Patricia Garza, usuaria del espacio.

Bernardo Bueno, corredor, consideró que es positivo que se les permita el uso de la vitapista, pues ya era necesario ejercitars­e.

Las personas que salgan a caminar o trotar en estas vitapistas o parques públicos deben cumplir con las medidas de sana distancia de al menos 1.5 metros entre persona y persona, usar cubrebocas y se les recomienda llevar su propia agua, para evitar el uso de los bebederos.

Los dueños de establecim­ientos confían en que se incremente el número de clientes

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