Solamente la verdad: R. L. Stevenson
Robert L. Stevenson (1850) nació en Edimburgo, donde estudió ingeniería, carrera que abandona por el derecho, pero no ejerce ninguna. Llegó a Francia y se casó con Fanny Van der Grift Osbourne, quien tenía problemas de salud y necesitaba buscar climas favorables. Eso impulsará más aún el hábito de viajar del escritor. De las múltiples circunstancias que vivieron durante sus travesías surgió una preferencia del autor por el género aventurero.
Sin embargo, aunque sea reconocido por novelas como El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, cuentos y poesía, Historia de una mentira (Editorial Belvedere) recopila elementos de diversas obras para narrar la trama sobre una farsa que concluye en desengaño e incumbe a un bon vivant que pinta, Van Tromp, y a un joven, Dick Nasbey, que estudia al género humano, desde gente educada hasta vulgar. El primero resulta la antítesis del artista talentoso, el segundo la hipérbole del extranjero en París.
Quizá Stevenson, burlándose de la ineptitud que le confiere al pintor, hace coincidir ambos nombres para que compongan el de Van Dyck, célebre grabador flamenco especializado en el retrato. Al mismo tiempo coinciden la muchacha que será desengañada y Nasbey. Esther es hija de Van Tromp, a quien tiene en muy alta estima. El joven la conoce por azar y delibera si contarle lo farsante que resulta su padre, o no.
El título original traducido fidedignamente es revelador. Los mejores elementos de Stevenson, que caracterizan su prosa de narraciones como Las nuevas mil y una noches, quedan en evidencia. El ídolo se deshonra a él mismo, nadie tiene que hacerlo y entonces sucede lo que suele pasar: la pareja amorosa queda perjudicada en consecuencia.
De las múltiples circunstancias surgió una preferencia del autor por el género aventurero